domingo, 2 de octubre de 2022

Llevo tiempo sin venir a escribir y nadie me dijo Ya nunca escribes. Puede ser que él o ella no se inquietara demasiado pensando que quizá estoy iniciando una novela o mis propias memorias, pues más tarde no sabes si habrá tiempo. Pero no, no es nada de eso, encontré otros modos de hacerme inmortal y los cultivo con idéntica pasión a mis tiempos de escritor de un párrafo, a lo más dos. Por otro lado desde el mágico día en que el Kindle llegó a nuestras vidas me he dedicado fundamentalmente a leer, que es algo así como imprescindible si aspiras a escribir un poco mejor. Obviamente yo no me quedo con nada. Las letras leídas me traspasan y se pierden, del mismo modo que el agua con que riego a Mandarino y Limonero se derrama por abajo buscando el desagüe de la terraza, pero en ese ínterin de un pasar de páginas sigo viviendo entretenido.

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