Stand by me.
Stand by me - Seal
Ya sé que los cantantes y los futbolistas tienen fans a mogollón. Hasta las tiene Ronaldinho con lo feúco que es. Con esos dientes que tiene y esa cara de la Mongolia, que vale que sepa bailar como todo brasileño que se precie, pero para eso está la sala de baile, pa mover el esqueleto, pero es que él era incapaz de hacerlo sin lanzar las zarpas a las cachas de las rubias, que me lo meriendo tó.
Y ellas encantadas de la vida, después de todo si se tiraban al Dinho iban a poder largarlo luego en la peluquería, la puerta de la discoteca, a las amigas, pa contar si le mide tanto y aquí está, una foto en el móvil de sus piños.
Aunque peor era lo de Ronaldo, que después de pasarse por la piedra a los más granado de las pasarelas se hartó de caviar y le tiró a la hamburguesa, que fue lo primero que le pasó cerca una noche en que la soledad acechaba con su hazada de tristeza. Pero vaya sorpresa cuando la hamburguesa no es hamburguesa, sino filete ruso. Y que pena la casa donde vive el travestido, al que la fama le llega tan de soslayo.
Y la novia de turno mientras tanto en casa, mirando fotos de sus carrillos. Vaya chasco descubrir que su Ronaldo es cariñosón con cualquiera.
Y no hablemos de Cassano, que es un poco retrasado el pobre, y glotón como el Nazarío da Lima en sus buenos tiempos en que no le hacía ascos a un venado y doble de postre. Vamos que tiene huevos que Cassano reconozca en su libro, ahora escriben libros todos, sin importar condición, y si no saben se los escriben y ellos dicen que es de ellos, y todos contentos. Para que luego digan que el sector está en crisis. A quien le extraña. Las librerías están llenas de auténticas cagadas, con perdón.
Digo que Cassano afirma que se ha tirado a 600 o 700 mujeres, no puede precisar, claro cuando se ha trincado a tantas uno ha de dar una cifra aproximada, cien arriba o abajo. Es que para Cassano son como liebres pal cazador, todas más o menos iguales.
En lo único que ha mostrado mayor deleite es trincandose madalenas rellenas, que se le ponía la cara llena de chocolate, los mofletes hinchados recubiertos como un cuerno de chocolate, y en la punta de la nariz, azucar glasé.
Pues todo ellos tienen fans, y que les aproveche además. No seré yo quien ande mosca con ese asunto, que también yo tengo las mías. NO salen en la prensa, es verdad, ni falta que nos hace, pues el día que alguno de nosotros salga en la prensa será porque nos llevan a enterrar con los pies por delante. Ellas son más de andar por casa, alguien dirá que no es verdadero amor, quizá pasión por mí nada más, tan solo pasion. Pero hay que ver como se esmeran, y como me cuidan.
Que han puesto en cartelico en la puerta de la escuela donde dan clase. Yo les he dicho si es para que me vean las alumnas de 18 años, y se me han enfadado. Pero no han tardado en hacer las paces con mi foto.
Dicen que se arrepienten de enfadarse conmigo, y yo les digo que lo que se han de comer los gusanos lo disfruten los humanos. Pena que no me lo entienden.
Con ellas soy el rey del universo. ¿Quién necesitaría más?
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