Mañana empiezo mis vacaciones, y me siento como si fuera rico. Como si me hubiera tocado al primitiva o poco menos. Y es que de repente me veo inundado de tiempo, tanto que casi me da por pensar que no sabré que hacer con él. Pero no lo pienso. Parece una bolsa llena, y como está por venir, eterna. Soy rico de minutos para lo que quiera.
Soy muy afortunado, no tiene nada que ver con lo anterior, ni siquiera con todo lo que llevo escrito en esta hoja interminable. Es una percepción de agradecer. Soy afortunado por otras mil razones. No las detallaré pese a conocer algunas.
Ana Torroja tiene su carrera cantante en solitario, y tiene en la voz algo que conmueve. No es la fama.
Para famas la mía, esta noche leerán aquí, en primicia para toda España, que está muy ocupada con Gran Hermano, en M80 Radio, un relato mío, que por más señas no es nada del otro mundo, y que confeccioné hará cerca de dos años, cuando era, a mi parecer, peor escribiente. Así que España, no se pierde nada, aunque a mi me parezca que ver la funesta telenovela con visillos de realidad es casi peor que escuchar mi historia no demasiado inspirada.
Cada uno es dueño de su tiempo, y yo hoy puedo decir, eúforico, que estoy con la impresión de que me sobrara.