Cuento que estoy contento. Que se abre ante mí una posibilidad formidable. Que el amigo apareció en la necesidad con una oportunidad en la mano. Cuento que no la desaprovecharé, que estoy obligado a un tesón infinito, al mayor empeño en cumplir con la mayor eficacia. Los amigos se descubren en las alegrías y en las penas, son aquellos que confían y que están dispuesto a darlo todo. Son también aquellos que harán lo imposible cada día para devolver la confianza. Son los que tienen palabra.
Los amigos no olvidan a sus compañeros de cordada.
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