Si todos hemos mordido trofeos con él, solo digo que también sus cosas debían ser cosa nuestra. No estoy diciendo que me deje el barco para ver esos atardeceres tan chulos, o los amaneceres que prometen también, no digo que ese barco deba ser para mí a tantos días a la semana. A decir verdad Nadal a mi no me molesta nada, creo que fácilmente podríamos ser grandes amigos, yo le dejaría ganar a tenis, como debe ser, y él mordería el polvo al Top Spin. Sería un Nadal a mis mandos contra Nadal en carne y hueso. Un Nadal ganando siempre, en todos los casos. Él feliz por competitivo, y yo feliz, viendo Mallorca y sus atardeceres.
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