Habito la casa de la peli aquella, aquella de Tom Hanks, sí hombre, "Esta casa es una ruina". Ya sé que nadie lo diría por lo imponente de la fachada. Pero no te fíes, por lo general, de la fachada, muchas veces es nada más apariencia. Por dentro, y ya no hablo de ladrillo o yeso sino de piel y hueso, es todo inseguridad y falta de confianza en uno mismo. Claro que otros somos todo eso a ratos, y nunca deslumbrará nuestra fachada, ni vestidos por Armani.
¿No conté aún que uno de mis grifos pierde agua? Aclaro que me refiero al grifo de mi casa, al de la ducha por ser más preciso. Parece que hay que cambiarle no sé qué goma que lleva internamente, o que debería llevar, ya que el mío inventa riachuelos hasta el desagüe. La verdad es que parece una tarea sencilla, el problema es que sospecho que pierde agua por la zona del teléfono, lo llamaremos así al extremo que te pasas por encima de la cabeza al ducharte, y pierde también aunque en menor medida, por el grifo que está ensamblado contra la pared. De manera que la cuestión ya me va pareciendo digna de llamar a un fontanero.
Por supuesto que la factura por tal reparación ha de correr sin duda a cargo de mi casera. ¿Pero conté alguna vez que me hace llamadas perdidas para que sea yo quien le llame para notificarme alguna factura? Con eso está dicho todo.
Así que he empezado a bajar en pijama hasta el portal (vivo en un primero), para cerrar el agua general cuando no la uso. Lo de bajar en pijama no es capricho mío, simplemente la mayor parte de las veces ha sido para pasar la noche sin que nada me gotee. Vuelvo a referirme, es evidente a lso grifos.
Ayer estuve fregando los platos y vasos que dejé de lavar anteayer y vine a darme cuenta de que por razones inexplicables el agua del grifo de la cocina cae apenas con presión. Diría incluso que el otro grifo da más, más fuerte. Bueno, exagero, es cierto. Pero el otro hace "ssshhhhhhhhhhhh" como un aspersor de jardín y parece que se ahoga.
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