Cualquier información bien la voy a pagar.
Unicornio - Silvio Rodríguez
La policía finlandesa no es el cese-i precisamente. Que los del cese-i saben porque son muy listos y preparados como los que más, que no siempre es el mayordomo. Sin embargo los polis fineses son alertados de que un muchacho feo, porque era feo como pocos, tonto de remate, anda colgando vídeos en los que muestra su perfil justiciero disparando con su pistola no se sabe a donde, hacia unos botes de refrescos supongo, para luego mostrar su fealdad hecha cara, calvo y petirrojo mientras dice algo así como que nosotros seremos los próximos. Pero no se refiere a nosotros el resto del mundo, estamos a salvo por ahora, sino a sus pobres compañeros de instituto, que por si no fuera suficientemente malo enfrentarse a un examen tienen que soportar que este elemento aparezca cubriendo su horrible rostro y los acribille a balazos. Obviamente les tira a los que están más cerca, aunque no los conozca de nada ni los haya visto en la vida, no se va a coger un avión para ir a matar a desconocidos de cualquier otra parte del planeta, a ver si le va a dar el cantazo el revolver en el detector de metales. Aunque a mí se me ocurren unos pocos, asesinos y bichos a los que este hubiera podido dar pasaporte con más razón. El tipo aquel que mató a un hombrecillo en una parada de autobús jugando a un juego de rol, por ejemplo. A gentuza me refiero.
Hace tres días le entrevistan y comprueban que es el mismo que ha puesto los vídeos, que tiene la maldita pistola pero no hacen nada. Uno dirá que claro, quien iba a pensar que podría hacer una cosa así, y ahí vienen, juntos de la mano los antecedentes como un recuerdo de hace un año, otro tipo del mismo pelaje y similares desajustes mentales provocó una carnicería en otro instituto tras haber colgado vídeos que si no son los mismos, tal cuales.
Pero claro, ante los policías el chaval debió decir que no, que él no tenía intención de matar a nadie, ¡a qué loco se le ocurriría tal cosa! ¡No me hagan reír!
y que esas grabaciones son para pasar el rato ameno. Que nunca en la vida se le ocurriría dirigir su arsenal contra nada que no se haya podido beber previamente. Y al instante abrió, parece que lo estoy viendo, una cerveza.
Y los policías, que no son los de la científica, que son más bien de los que hacen las cuentas con los dedos, dicen que vale, que muy bien, pero que dispare más bajo no vaya a molestar a los vecinos. Y se van por donde vinieron tan campantes.
El chaval cuenta en su rincón del Youtube que le gustan las birras, las armas y el sexo. Ay pobre, no me extraña que se haya pegado un tiro, porque con esa cara no habrá cerveza que se le resista, pese a lo caras que deben ser por esos lares, pero las chicas yo creo que lo miraban y no lo veían. Y no digamos de su conversación, que este debía ser de piedra, papel o tijera y quedarse pensando.
Ahora bien, las armas eran el amor de su vida. Que le correspondían con un disparo a cada pulsación del gatillo.
Vivimos tiempos de rendición total sin agitar siquiera una bandera blanca. Inmersos en el caos absoluto. Aquí ya nos cuentan que el avión de Spanair estaba para revisión a fondo y no para volar, poco menos que habían inhabilitado los sensores de aviso de la configuración de despegue por silenciar otra avería. Yo, que soy poco más o menos como todos querría desconcertarme y llevarme las manos a la cabeza diciendo que no puede ser, pero sería como Robin Williams en el cine, solamente estaría sobreactuando.
Así que me cuadra perfecto que los policías lo dejaran en su casa tan tranquilo con sus pistolas y sus balas.
Unos días después (HOY) se tomó su particular venganza. Mató a 10 personas antes de pegarse un tiro.
Estas cosas no se hacen así. Alguien tuvo que habérselo dicho. Mejor cambiar el orden.
- Que el primer disparo vaya directamente a tu cabeza.
Luego ya veremos.
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