Atrás quedan temores.
Mátame suavemente con tu canción - Pitingo
Tenemos tanta confianza en nuestros aviones y en los viajes de avión que no nos sorprende que el otro día detuviera la policía a dos pilotos que dirimían sus diferencias a puñetazos frente al hotel, ebrios de alcohol, cinco horas antes de coger un vuelo juntos de Air Europa.
¿Esta gente pasa el control de alcoholemia antes de subir al avión?
Pues debería.
Hoy leo que un piloto rebasó en 24 kilómetros el aeropuerto porque se quedó dormido, los controladores aéreos estuvieron 17 minutos intentando ponerse en contacto con la cabina, pero el piloto no contestaba, así que como en Estados Unidos no son de pensar las cosas dos veces decidieron dar orden de disparar. Pero no hizo falta, el piloto por fin se despertó y pudo aterrizar.
Luego le han detectado apnea de sueño, es decir cuando duerme se le obstruyen las vías respiratorias y le impiden el descanso adecuado, con lo que es fácil que se quede dormido en cualquier otro momento del día. Algo muy tranquilizador para el pasaje.
A estas alturas alguien se preguntará donde estaba el copiloto para atender los requerimientos del aeropuerto. Pues se quedó dormido también. Él no tiene problema de salud alguno, pero es tan buena la modorra cuando entra poco a poco... Y esa paz de ver como tu vecino se está quedando torrado, que te dan ganas de dormir a ti también, como cuando alguien te susurra al oído bajito. No te preocupes, el pestañeo va a durar un segundo.
Mientras 40 personas a bordo mirando por los ojos de buey hacia el océano al tiempo que en la cabina la tripulación se echa la siesta.
No es por estas razones, pero como si lo fuera.
Mi próxima salida, en tren.
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