Dejar y labibey, a mi manera.
A mi manera - Gipsy Kings
He estado oyendo los últimos días a los Gipsy Kings, y escucharlos me ha abierto los ojos y he sacado una enseñanza a la que quizá otros no lleguen salvo cumplidos los 105 años, cuando parece que la vida ya no te puede enseñar nada, va y te enseña. Pero yo con una ventaja sobre ellos, aún puedo correr los 100 metros por debajo de los 20 segundos :D
Podría quedarme ese enseñanza tan valiosa para mí únicamente, como el bichejo aquel que decía eso de "mi tesoro", que feo era el mamón. O podría dejarla en herencia para mis hija, que yo pienso tener solamente una para que no me ate demasiado, y para que herede la fortunaza de su padre si es que un día la bolsa remonta este período gris oscuro, casi negro. En cualquier caso la cosa parece tan lejana que lo más sensato será dejar las pocas enseñanzas que he sacado en este espacio, después de todo ponerlas aquí es casi dejarlas en una botella y lanzarlas al mar, en busca de otra isla desierta. Además, la vida es tan poca cosa que no estoy seguro del todo sobre eso que llaman futuro. Lo último que sé, es que alguien que anduvo jugando con los futuros le hizo una agujero a la Societé Generale, que si no lo hizo quebrar al modo de Lehman Brothers fue porque entonces las cosas no estaban tan en el alero como en estos tiempos de terremoto bursátil.
Así que ahi va: la clave de la vida es hacer que rime aunque para ello haya que inventar.
¿Y de dónde he sacado tal cosa? Pues de escuchar a los Gipsy Kings, que no tienen problema, si no encuentran una palabra que acompañe la música de una canción, se la inventan y continúan como si tal cosa. Así que descifrarles una canción completa es tarea imposible porque están plagadas de palabrujos sin significado aparente. Al menos en castellano. ¡Pero será que eso importa! ¡Ni muchos menos!
De ese modo no tienen que casar los géneros ¡ni falta que hace! Los artículos masculinos se mezclan con las palabras en femenino y todo se retuerce bajo el prisma de la música que es lo que importa y lo que llega.
Asi hay que ir por la vida. Inventando para que rime.
Ni siquiera importan las apariencias ni el qué dirán. Se hace a cara descubierta.
Orgullosamente.
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