domingo, 12 de abril de 2009

La turista y la verdad del mundo

He soñado colores nuevos, días claros.

Pokito a poko - Chambao



Amanezco a los diarios digitales, que son gratis hasta que Gonzalez-Sinde o Ramoncín quieran. Ya sé que para decir eso uno tiene que tener ganas de demostrar que no sabe nada de nada. Pero yo hago gala de eso, y de mucho más en este espacio, que para eso es mío, ni se compra, ni se vende ni se alquila.

Leo en los periódicos el extraño suceso de la jovencita de 32 años (jovencita ¡sí!) que se lanzó al foso de los osos polares de un zoológico para darse un chapuzón. Dicen que no saben si lo hacía para quitarse la vida de una forma original o por los 25 grados de la temperatura ambiente en Berlín. De una forma u otra el resultado había de ser el mismo a poco que la moza se lo hubiera anticipado mentalmente. Pues si ella andaba perdiendo el tarro por culpa del calor, ¡cómo no iban a estar peor los osos polares!

Lo que ocurre es que vivimos tiempos en que la imaginación viene arrastrando los pies. ¿Cómo iba a imaginar que me atacarían? Sólo así se explica, por ejemplo, la programación televisiva, que es salvo raras excepciones merecedora de prisión incomunicada. Y la sensatez la tiene toda para él, Rafa Nadal, que hasta Federer o Guardiola pierden los papeles a la menor posibilidad. Así que no hagamos leña del árbol caído y observemos esa conducta normal dentro de la excentricidad del mundo.

Ocurrió que los osos son mucho más predecibles que las personas, y más acordes a su condición y a lo que se espera de ellos, así que decidieron tirar bocado a la paisana, pese a que fueron distraídos con trozos de comida por parte de un enjuto equipo de rescate. Que aquí en España enseguida sacamos a los helicópteros de salvación civil para salvar a los montañeros que deciden que pese a que todo es adverso, y que no deberían, tienen una cita ineludible con la montaña (y los helicópteros). Ahí está que la moza toda vez que se sentía refrescada hacía lo indecible después por remontar la tapia para volver junto a los animales de los vestidos y zapatos. Vaya angustia y mal rato.


Es todo esto en verdad de una normalidad muy racional. Obama se disloca la columna haciendo una reverencia al monarca de Arabia Saudí y la derecha que sobrepasa por ambos lados a McCain lo critica ferozmente. Hay nuevos motivos para la chanza ahora que las ocurrencias de Joaquín Phoenix entretienen, pero cada vez menos.


Yo me esfuerzo en los últimos días en encontrar algo de razón. La que me niegan los periódicos. Pero la gente parece enajenada y aunque busco la belleza que cantaba Luis Eduardo Aute no la encuentro ya salvo en el fútbol. Creo que va a ser mi morada para el futuro. Siendo del Athletic voy a correr al abrigo del fútbol del Barça, pues no se me ocurre un resguardo mejor frente a la realidad que el trenzado juego de Iniesta encontrando líneas que no podíamos ver como espectadores.

Motivos de asombro cada día. Hallazgos nuevos; inventos.


Mi guarida sería el fútbol del Barça y el discurso de Valdano.

Ahora que han encontrado la zona cerebral de la religiosidad tendremos que volver a los orígenes.

Al principio fue el balón.

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