domingo, 14 de enero de 2001

14/01/01 15:14

Mi solidaridad más sentida por el terremoto de centroamérica. Mi repulsión más absoluta por el gobierno británico, que se ha gastado en los 8 años que han pasado en presidio, los asesinos del pequeño James Bulger, más de 800 millones de pesetas. En fortísimas medidas de seguridad, y un tropel de psiquiatras y reeducadores. Y ahora les preparan la libertad, con mimo y cuidado, dotándoles de una nueva identidad, estudiada a conciencia para que no se les descubra, asesinos como son. Y se les dotará a cada una de sus casas, de botones en conexión directa con la policía, por si se vieran agredidos. De forma que, a los asesinos de 10 años, que patearon los 23 meses de vida de James, torturándolo, les va a quedar la libertad, y mayor seguridad, que la de la mejor compañía con esos fines. Una vida nueva, en una ciudad nueva, viviendo la invención del yo no fui o no debe saberlo nadie.

Mi repugnancia hacia la nueva ley del menor, aquí en España, que permitirá que asesinos multiples, como el loco de la katana, estén cruzándose con nosotros, los que no asesinamos, en un máximo de 8 años. Las dos "brujas de San Fernando", que mataron a una compañera de instituto hace solamente 8 meses, y ya han salido, podríamos decir, que por la puerta grande, de nuevo libres, en espera de un juicio, que llegará cuando llegue, y que siéndoles del todo adverso, las resarcirá de culpa para/con la sociedad, antes de que cumplan los 25.

Leí, que una señora se cruza en el ascensor, con uno de los dos detenidos por el asesinato de su hijo, asfixiado en los servicios de una sala recreativa. Recréate, ésta es España, deja que te cuente. No podrás pegar ojo.