martes, 28 de febrero de 2006

La visita

Si viene a visitarme el desierto del fin de semana se me convierte en un oasis. Estos días parecieron menos fríos. No he tenido tiempo para nada. Desde Oviedo a Ribadesella, esa calle, ese espacio compartido. Ahora en la marcha la soledad queda en el anhelo, como si pudiera oír los pasos descalzos bien cerca, en la habitación de al lado. Hay muchos caminos de regreso. Me espera un plato hondo de lentejas.

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