A Homer Simpson un día Bart le llamó "Papá Rabioso". El crío hizo un dibujo que se hizo muy popular en el mundillo este de Internet, simplemente se dedicó a dibujar los tropiezos y desatinos de Homer, que son la monda.
Yo no soy papá, pero soy rabioso de coj...
La última que me han hecho es tenerme esperando cerca de dos meses los fulanos del Wanadoo que tanto se anuncian ante mi contemplativo careto para enviarme el kit ADSL. Esta mañana le decía a un compañero si no sería fruto de mi imaginación ese día 13 de Enero en que me di de alta. Unos ven platillos volantes y lo jurarían ante la impertérrita aguja de una máquina de la verdad, yo tal vez imaginé una llamada en la que se me aseguraba que tendría el ADSL en el plazo máximo de un mes.
Dije:
-Hágase cargo que contrato con ustedes por la urgencia que tengo en poderme conectar. Sepa que estoy fuera de mi casa y me interesa tenerlo cuanto antes.
Supongo que eso lo podría soñar cualquiera. Es normal y lógico. Pero esa llamada no debió producirse nunca. Probablemente es nada más un sueño, y es que uno no puede controlar lo que sueña cuando se apagan las luces.
El caso es que hoy me llaman de SEUR, otro empresa que es un ejemplo de sincronización y eficacia. Me dicen que me entregarán esta tarde el Kit ADSL (¡así que no lo soñe!) y les aclaro de nuevo la dirección de entrega puesto que a Wanadoo le dije que por favor se me entregara cualquier mañana (mejor pronto que tarde) en una sucursal verde, linda, de imponente fachada. A la vista está que era pedir demasiado...
Lo cierto es que yo no esperaba que se me hubiera entregado hoy, nada hacía presagiar que algo así pudiera ocurrir. Ayer teníamos las mismas estrellas en el cielo, no se me apareció nadie ni sentí estremecimiento alguno (aunque sí un buen dolor de cabeza, ya sabemos que era antesala y advertencia).
Ya no soy un iluso que no piense que si puede salir mal, saldrá mal (aunque algunas cosas hayan ido tan bien). Pero el hecho de que aquella voz seria me dijera que se me haría entrega esta tarde me hizo pensar, insensato de mí, que podría conectarme hoy mismo con esa pieza de alta tecnología (ese Kit que hay que merecer).
A las 19:24 he llamado a SEUR en Oviedo para saber si se colapsó la carretera, si es que la entrega se hacía por vía aérea como en los comics y no veían mi balconcillo desde el avión, hay nubes muy puñeteras o si habían decidido que no he esperado bastante, después de todo dos meses no es nada entre los años de esperas que me quedan. Una voz tan seria como la de la mañana ha debido ver mi paquetillo por ahí tirado en un rincón y me ha dicho que ya por la hora, claro...
Yo le he dicho con cortesía exquisita si es posible que se me entregara en la mañana del sábado, pero es evidente que eso es como pedir peras al olmo, como pedir que las entregas se hagan en los plazos previstos, como pedir que si se dijo que se entregaría se entregue efectivamente.
Así que me he encendido como una velita un rato. He tenido enormes ganas de lanzar mi móvil contra la pared, colérico y rabioso como Homer. Pero mi móvil no tiene la culpa, al pobre se le cayó una teclita y la tengo cogida desde hace un mes con celo (y adhesivo). La culpa no es de nadie. Son los elementos, el cielo, la tierra, el mar que viene con marejada, dicen que será un fin de semana frío (aunque para mí será largo). Vaya solillo bueno que hizo estos días.
Ahora me he quedado tranquilo, con el punto de armonía que le da a uno saber que una vez más está por encima del bien y del mal. Que como dice Amparete, no hay cuchillo que me mate. Estoy ya a salvo de todo. Nada me afecta.
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