Vengo como un rayo.
Comentar nada más que me visitó Brullis y que en San Vicente de la Barquera no dejamos títere sin cabeza si consideramos títeres a gambas y langostinos, desmembramos un centollo con esos alicates tan extraños y probamos las almejas del Cantábrico que si no son las mejores del mundo les debe faltar poco. Lo pasamos bien todos los días, visitamos las playas que tuvimos más a mano y saltamos las olas en la tarde en que me subí a la cresta de una altura de dos metros. Era yo asomándome a un balcón para decirle a Brullis que nadando llegaremos más lejos que todos los surfistas. Se ofendía la mar de Puerto Chicu al oírme decir que ya no había olas como las de antes, ni programas en la tele como los de antes, y él decía que no me girara porque la que se avecinaba, brava y blanca, era tremenda. Te cogía y te lanzaba a las profundidades como a un muñeco. Pero te levantabas riendo, con la cara empapada y lejos.
Me visitó Sestea que vino a llenar mis ratos de soledad, que me llevó con su entusiasmo a escuchar a Sabina en un concierto único en Santander. Y sacrifiqué las horas de sueño que nunca sacrifico para volver de nuevo a casa. Y puedo decir que mereció la pena. Tengo fotos y la voz de Sabina mezclada con las nuestras a voz en grito cantando Pájaros de Portugal. Estaba contento Sabina, le pegaba al suelo con su bastón, hacía como que corría, con lo mayor que está, y sonreía para que le cambiara la cara del todo.
Renové mi vestuario en estas rebajas de Agosto, nunca tanta ropa costó tan poco para sentar tan bien. Lástima no obstante por mi tarjeta que ha quedado con la banda magnética quemada. A la niña se le ponía envidia consumista y me obligaba a acompañarla al Zara, al Blanco... Yo hacía cola sin nada en las manos mientras ella miraba buscando entre las tallas de muñeca una prenda que no se pareciera a alguna de las de su armario inmenso.
Hoy marchó Sestea y me quedé con lo puesto. Con mis fotos del concierto, con las fotos de Santander, con las de la playa de Gijón que es una playa que desaparece tragada por el mar cualquier tarde. Con las del camino de San Pedro...
Ayer volví a probar los polos de horchata en Helados Alacant que debiera ser si acaso Gelats Alacant aquí y en todas partes.
Parece que el Xuac mientras tanto ha logrado ganar un torneo de Golf. Yo pienso que es que el nivel está muy bajo, pero él dice que se ha reencontrado en el camino de la victoria, será que es un ganador y ni él ni yo lo sabíamos.
Marcho, que dije que venía como un rayo y me voy pareciendo a un trueno de eco infinito.
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