Ahora estoy aquí.
Estoy aquí - Shakira
Resulta que Al Gore debe tener razón. O eso o hemos hecho un boquete en la capa de ozono y el sol nos llega sin parabrisas. Como entender sino este invierno soleado. Estos días de manga corta en Febrero.
Luego vendrá el verano y en Asturias regresaremos a las nubes, que son una visera para tapar el cielo. Lloverá lo mismo que llueve ahora, apenas nunca, pero tendremos el cielo de Los Simpson día tras día.
Y a mí así no me salen las cuentas. Porque yo quiero un verano de playa todas las tardes. Como fue el penúltimo. Salía del trabajo y tras comer frugalmente salía hacia la playa armado con un libro. Allí me tumbaba en la arena y leía a veces, otras escuchaba música en el MP3. Aquellos meses de mayo y junio tenía la playa para mí solo. Era uno en mitad del verano.
Sin embargo este buen tiempo actual resulta desconcertante. Y yo no soy como el ratón que se lleva descargas cada vez que se arrima al queso en la jaula del laboratorio. Al menos no en cuestiones meteorológicas. Porque yo lo tengo casi aprendido. Invierno suave y cálido nos llevará a verano un verano gris, de querer llover sin lluvia.
Prefiero que ahora llueva lo que haga falta. Tengo un solo paraguas pero basta de sobra para cualquier temporal.
Marcho en marzo a Valencia de nuevo. Este año tenía casi determinado no acudir por Fallas, quiero que los viajes de este año me lleven más lejos, es sencillo ahora puedo, pero ha dado la feliz coincidencia de que Fallas y Pascua se dan la mano. Así que me voy de nuevo. Lo tengo casi ultimado.
Voy a llegar con la Plantá y me quedaré la semana siguiente entera. Llevo calzado para patear la ciudad entera. Saldré alguna noche de verbena y quizá vaya al Pere por Jueves Santo o para el fin de semana.
Era lo que hacía de chaval.
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