Para casi todo es tarde.
Canción para un viejo amigo - Ismael Serrano
Ya he dicho alguna vez que estos políticos nuestros son de contar y no creer. Si alguien te para por la calle y te dice que el presidente del gobierno hace campaña detrás de una "Z" roja y gigante, a modo de atril porque se apellida Zapatero, dirás que no puede ser. Que eso es más propio de los teleñecos en estos tiempos mezquinos en que los guionistas de Hollywood andan peleando ingresos y porcentajes. De forma que le piden ideas a cualquiera sin atender a que tenga o no talento creativo. A los mismos que hacen los anuncios de Telefónica o los que encarna Rizo para vender seguros. Después de todo, las horas de televisión no merman ni mermarán nunca. ¡Qué difícil será dar alguna vez con aquella horrorosa carta de ajuste! Parecía diseñada por Agatha Ruiz de la Prada con aquella mezcla estridente de colores. Pero lo salvaba aquella música de fondo. Ahora es inconcebible ese tiempo de televisión que no pretenda vendernos algo o comprarnos algo. Un pedacito de nuestra alma, que es la dueña del querer determinadas cosas o a determinadas personas.
Si uno repara en que la campaña intelectual de los artistas en su fundación PAZ (Plataforma de apoyo a Zapatero) podría tener que ver, como dice sagazmente Rajoy con el interés en que salga elegido por la supervivencia del injusto canon digital que pagamos todos los españoles, entonces es inevitable sentir un escalofrío en la médula dorsal cuando se les ve haciendo con la mano aquella ceja puntiaguda de Zapatero sobre el ojo, aunque no sea una ceja, sino una "C" disfrazada en mitad de la cara para que sigamos todos pagando una porción de nuestro dinero a los artistas como medida preventiva y para que sus arcas no sufran tanto estos tiempos actuales, de barra libre en Internet. Pero el escalofrío duele cuando ves esa "C" de Canon en la mismísima cara de Zapatero que ha adoptado la cortés campaña en su favor con despreocupación, al canto de la alegría de los artistas que se miran entre ellos sin saber quien de todos ellos gana más, o lo que es lo mismo, quién de los dos bandos, él frente a ellos, resulta más primo.
Y es que Zapatero aparenta esa despreocupación pueril de un chiquillo demasiado exhorto en cavilaciones interiores. Y claro, esas cosas se traslucen en ideas tan novedosas y utópicas como la alianza de civilizaciones que debe ser una idea genial. Mucho mejor si nos damos todos la mano para recorrer el camino en vez de emboscarnos unos a otros como en la actualidad.
Pero ocurre que Zapatero no ha logrado convencer al mundo de sus ideas. Los líderes mundiales son muy mirados para aceptar el consejo del que es ajeno a su gabinete. Aunque sea para salvar al país de la hecatombre. Creo además que piensan de él que tiene un poco de teleñeco, detrás de su "Z" mayúscula. Con aquellos gestos de la mano que resultan grotescos pues rara vez acompañan cabalmente su discurso
Dice Javier Marías en un artículo que decir "libertaz", "unidaz" y "ciudaz" no es tener acento regional, sino hablar como un patán. Está en lo cierto. Pero en este país en que sacar una oposición de tipo "A" supone recitar más de 150 temas con los artículos de los códigos correspondientes pone de presidente de gobierno a alguien que se divierte diciendo esas patochadas. Porque al fin a un presidente de gobierno no se le pide que sea perfecto, ni mucho menos. Se le pide que sea honrado, y con eso vamos más que servidos. No seré yo el que me queje, que tengo el palpito de que alguno de los que soportamos en el pasado lo era solamente a medias, quizá porque sabía cuando no mirar, entretenido con los bonsais los ratos en que no seducía al país entero con su verbo y ademanes de señorito de cortijo para lograr que se le perdonara hasta lo que ignorábamos.
Nos basta con que sean honrados. Y yo me contentaría tan solo con saber cierto que no nos mentirán. Tiene la mentira tan corto recorrido...
Contra Rajoy tengo a que es amigo de Aznar, al que no veo desde que melena al viento pululaba por los campos de golf españoles con los calcetines subidos como las medias de Cañizares. Y es que este líder mundial venido a menos, ex líder ya, siempre supo que hacer al alba y con viento de levante. Qué tiempos aquellos en que Aznar le ponía la pierna encima a Bush para desarrollarse, al contrario que el concursante simplón del Gran Hermano, y que luego terminó tan malamente con aquella otra concursante de rostro de belleza serena y cuerpo rotundo. Claro que a este que le quiten lo bailao con ella en los tiempos mejores, que los hubo. Aunque no fuera bailao precisamente...
Aunque Aznar no le puso la pierna encima a Bush nunca. Fue tan sólo un bigote lo suficientemente cerca. Pero puso los zapatos de líder iluminado en la buena mesa de caoba que Bush tenía en el rancho donde guarda los sombreros de cow-boy. En verdad Aznar nunca quiso sacar a España del rincón donde la creía olvidada por todos. Cumplió nada más una ambición personal que nada tenía que ver con este país. Se trataba de salir en la foto o aún más, poder hablar ante los micrófonos del medio mundo civilizado, aunque fuera como un eco del propio Bush.
A Rajoy le tengo en contra la existencia en el organigrama extenso del Partido Popular de Zaplana y Acebes. Que son como dos hermanos algo tarados y bastante repugnantes. Cada uno por sus cosas, que le son propias e inherentes. La cruz de la familia.
De Zaplana cuentan por Valencia, allí lo conocen bien, que es de acompañarse mediante pago con frecuencia y un jeta tremendo. Presidente de la Generalitat hasta que creyó medrar y se ha quedado por el camino. Si casi ya no tiene micrófonos a los que agarrarse. Vete a saber si no le está enseñando el camino a Gallardón y Esperanza Aguirre, que es como Angela Channing pero bizca.
Acebes es otro gallo. Y quizá mi talón de Aquiles, la debilidad de mi ira cuando se sincera. Quizá porque este hombre de tantas mentiras como cuenta ha perdido la habilidad de hablar normalmente, por eso se le ha quedado ese soniquete acompasado, como si la corbata le estuviera apretando el cerebro. Es el sector más duro de el Partido Popular, el que le dijo a Piqué por donde podía irse, ante la pusilánime mirada de Rajoy, que es un cachondo con sus dobles y triples sentidos pero incapaz de poner orden en un gallinero en que no se siente con autoridad ninguna.
Quizá porque no lo eligieron, lo eligió Aznar el día que decidió que el que viniera detrás no podría ser tan grande. Que la plebe pediría su regreso pues había cumplido con la palabra dada, se iba porque así lo había manifestado, pero no estaba acabado ni mucho menos. Su caducidad como político distaba mucho, en desiertos remotos o en montañas lejanas.
Y eso, la mentira es lo que yo he llevado siempre peor.
Cuanto habría ganado Rajoy a mis ojos si se hubiera sincerado así:
- El Gallardón ve que no voy cara al aire y quiere ser diputado por postularse para presidente. Y quizá sea lo mejor, no lo voy a negar. Después de todo yo tengo el perfil de Almunia, que no se comía un "torrao" como candidato a presidente porque le faltaba carisma, presencia o ve tú a saber qué. Gallardón sin embargo tiene otro perfil más "centrao", como que lo ven con más simpatía los "sociatas" y oiga, hasta los de Esquerra Republicana, que odian todo lo que yo amo.-
Pero ocurre que aún siendo así no deja de ser un trepa que quiere subírseme a la "chepa", y es evidente que Acebes y Zaplana no ven con buenos ojos tanta ambición, aunque sea cierto que este país es muy capaz de escribir en la papeleta Sarkozy antes de permitir que ninguno de ellos llegue a presidente de gobierno. Así que no me he andado por las ramas y le he dicho que no, que prefiero que se quede donde está, llevándose a matar con Esperanza Aguirre, que es una perra de campeonato.
Que no me dice que si me llevo al "tipet" en las listas ella se apunta al mismo viaje. Vamos que me dimite de presidenta de la comunidad de Madrid de un día para otro. Será que ella quiere ser presidenta también. Que ingenua, esta Esperanza vive en las nubes. Es más fácil que salga yo elegido, o que salga Almunia si vuelve.
Parece mentira, de tanto vivir en su palacio de cristal no se ha dado cuenta de que en el resto del país, allí donde acaba Madrid no la traga nadie. Y casi en Madrid tampoco.
En resumidas cuentas. Que ganas de perderlos de vista. Si se diera bien y de mí dependiera en un arrebato, jocoso e inspirado les mandaba a tomar por culo.
Bien lejos, al partido de Rosa Díez, que no sabe retirarse la mujer. Como vicia el poder, maldita sea. Si es que nos pagan demasiao..."
Si esto se hubiera dado, ya estaría yo haciendo cola fuera del instituto donde voto. Que pasaba las noches al raso, y por las mañanas de trabajo dejaba un monigote que se llamara Anado metido en un saco de dormir.
Yo premio la sinceridad siempre, en este caso, e incluso cuando la verdad no me gusta.
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