miércoles, 30 de abril de 2008

De cocinica

Cantar pa ti es mi quita pena.

El Kitapena - Manu Chao



Mira que hoy he vuelto tarde. Que nos hemos entretenido en la oficina. Mira que además he tenido que dar vueltas por el supermercado, con lo pequeño que es y no daba con la nata para cocinar, que no debemos de confundir con la nata para montar. Son dos productos parecidos pero este último suena mucho más festivo a la par que evocador. Aunque yo monto más bien poca cosa, casi casi ni siquiera cocino. Y eso que tengo a mi disposición una cocina más bien rudimentaria las 24 horas del día. Cuando entro por la puerta la veo como diciendo "soy toda tuya". Pero casi no la miro, me la sé de memoria.

Me dice mi madre que me tengo que comprar un libro para dedicarme a copiar recetas, no sabe que lo mío es la improvisación, ¿de qué otro modo haremos avanzar la alta cocina? Le digo que si metiéramos a Arguiñano en mi cocina los programas le duraban dos minutos, lo que tardara el hombre en recoger las hortalizas que se trajo de su huerta para salir por la puerta. Y es que claro, quien va a comparar esas cocinas monumentales donde rueda este hombre con mi pequeño espacio de azulejos color verde quirófano, que no hay más sitio para posar una cebolla que la propia sartén donde va a freír.

Por eso he hecho del microondas uno de mis mejores amigos, cocina él mucho más que yo. Menos hoy.

Hoy tenía el día yo con ganas de cocinar, como otros tienen el día con ganas de reñir. Y he cocinado unos espaghetti que me han quedado extraordinario.

Lo primero ha sido cocer los espaguetti en abundante agua salada, como de mar mediterráneo. Luego he frito champiñones laminados a lo que añadí más tarde unas cintas de bacon.

Cuando ambas cosas estuvieron en su punto, le añadí a la mezcla la nata junto con un pedazo de queso Cabrales que compré ayer junto a una tabla de otros quesos asturianos. Y aún más, para rizar el rizo un pedazo de queso azul, en este caso francés.

Obviamente estos quesos son quesos fuertes, conviene por tanto no abusar de ellos. Al final se trata de que presten su sabor a la salsa nada más.

"Desmigué" el queso al fuego en la nata y lo añadí todo a los espaguetti que tenía esperando a parte.

Luego vino lo más fácil.

Comerlos.

El guiso me quedó de rechupete. Pero tengo al microondas enfadado.

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