Ella le pidió que la llevará al fin del mundo,
él puso a su nombre todas las olas del mar,
se miraron un segundo, como dos desconocidos.
Ruido - Joaquín Sabina
Empecé a leer "El tercer gemelo" de Ken Follet. Y se me ha despertado una sospecha.
O bien alguien le escribió "Los pilares de la tierra" o alguien le ha escrito esto otro, contra su voluntad supongo.
El caso es que llevo leídas 82 páginas, concediendo en cada línea una nueva oportunidad y he llegado a una conclusión definitiva, no leo un párrafo más. Quería volver a la lectura para darme de bruces con esto. Necesito libros de verdad. Necesito librerías o bibliotecas. Y necesito tino para acertar la próxima vez.
Admito sugerencias.
Hasta Ana Rosa Quintana lo escribiría mejor en el libro descartado por los editores el día que prefirieron plagiar como en una especie de collage artístico que solamente tenía de Ana Rosa la sonrisa de la portada. Las descripciones de patio de colegio me cansan por insistentes. No necesito que me digan cien veces lo formidable que es un personaje aunque no se le encuentre nada extraordinario.
Quizá existan dos Ken Follet y este es el del autor malo. O quizá es que en "Los pilares de la tierra" se obró el milagro.
En ningún párrafo maravillaba, pero al menos enganchaba tanto que no podía haber nada mejor que leer.
Lo echo de menos.
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