A N A D O U N I - Vivo y digo: siglo XXI

Se están acumulando ya unas cuántas semanas sin noticias de la mocita del confeti y me estoy empezando a preocupar. No por mí claro, que sigo igual de rico y de pobre en la cuenta del banco, sino por ella. Y si le hubiera pasado algo? Algo que su sueldo millonario no haya podido evitar. Los ricos suelen tener gustos caros, y quizá se fue a las Maldivas y para decidirse allí a ahorrar dónde no debía, en la canoa para alquilar, por ejemplo, y se le hundió en medio del mar, con tanto confeti que me tenía todavía por tirar...

O acaso los de las loterías son los sepulcros blanqueados y podridos por dentro que decía el otro y no son tan ricos como nos hacen creer. Que además explicaría por qué sigo a dos velas sin rascar ningún premio gordo.

Puede que hayan hecho un ERE y hayan prescindido primero de los que más cobran, la chica del confeti, o le hayan ofrecido seguir pero bajando el sueldo, a lo que ella, evidentemente, se habría negado. Cómo poner los premios que me da si son de su propio sueldo y se lo bajan?

También puede ser que le haya tentado la competencia, los ciegos, que han oído hablar de lo bien que tira el confeti. Una maniobra astuta para atraerme hacia sus juegos.

Y lo pueden conseguir.