Quizá Rowling de Potter le empate en ganancias brutalesp, pero pocos pocos habrán ganado más. Por la sinopsis sé que un escritor, dice él, debe estar dispuesto a dedicarle a la escritura entre 4 y 6 horas diarias, que de seguro es así, aunque tal propósito a mi me quede tal lejos. Además no querría estar en la piel de quién tuviera que leer nada escrito por mí durante 6 largas horas. Ni siquiera contar mi vida al detalle me llevaría tanto tiempo. Puede que Pablo si merezca el esfuerzo de juntar toda esa cantidad de palabras, convencido además que no ahora, pero sí un día lejano me querría leer. Estoy completamente seguro que escribir, gracias Stephen, hace al escritor. Leer hace al escritor también. Yo voy a empezar por leer, lo hago ahora cada día y ya viejito lo escribo todo, si hay tiempo y ganas.
lunes, 29 de noviembre de 2021
Estoy leyendo mientras escribo. No me refiero a leer lo que escribes según lo escribes, que es algo que suelo hacer y que habla de mi incapacidad para escribir una novela, me llevaría demasiado tiempo (me faltan ideas además). Mi ambición no puede ir más allá que un párrafo diario, que es lo que suelo hacer, lo que hago en este momento. Digo que leo "Mientras escribo", así con comillas mejor. Un libro de Stephen King al que he llegado no buscando lo literario, para eso uno lee a Umbral después de Umbral, sino que le leo buscando sencillamente el camino hacia la pasta, al grito de Stephen, enséñame la pasta!! Uno no puede fiarlo todo al capricho de los de la lotería que un día te dan poco y al otro nada.
domingo, 28 de noviembre de 2021
No quisiera dejar por decir que la estafa que parecía ser no lo fue, no fue al final más que un mucho esperar, que corrido el tiempo pierde toda importancia. Hemos recibido el teléfono de Sestea adquirido el 11 del 11 un día 26 lo que significa que la promesa de recibirlo en 5 días era una falacia, pero perdonable a la sazón por su inmejorable precio. Así que en este punto debo decir que a falta del juicio verbal que nos enfrentará al Banco Sabadell (#pagatusfacturas recuerdas?) no se dibujan más conflictos o estafas en mi vida. Dije ya que AliExpress devolvió aquel dinero del móvil de la tienda fantasma? El que era para mí. No lo hicieron oficialmente pues la aplicación dice que todavía lo están pensando, pero mi revisión sagaz de los movimientos de la tarjeta arrojaron una anotación en verde y por tanto en positivo por el mismo importe, con lo que no puedo menos que concluir que ya han hecho la devolución.
Muy listo no soy, pero todavía me manejo con soltura entre libros de reclamaciones y como voceras de mis derechos. Encima ahora como leo tanto más que antes me expreso mejor, y enredo a mis enemigos con palabras, capturas y razones que me den la razón.
Del juicio ya contaré cuando se produzca, si se produce. Que puede que antes nos digan que sí, que lo que yo diga.
"Desenrollando largos rollos de escurridizo papel mural, nos inducía a tomar nuestros carboncillos y hacer dibujos ilustrativos de temas que nosotros mismos elegíamos. Por ejemplo: Mi Casa. Con humillada ira obedecía yo, dibujando un cuadrado, con una puerta y cuatro ventanas bizcas y una chimenea en lo alto de la que salía una voluta de humo."
Esa visible oscuridad - William Styron
Yo sé que esto de hoy va en plan sí, sí, sabemos que estás jugando, no nos olvidamos de ti. Dicen que tengo ya el dinero a mi disposición, eso es que ya ha salido hacia mí el furgón blindado, del dinero. Dicen también que puedo investigar los detalles del premio en mi cuenta por si requiere de mucha investigación por su cuantía. Todo está en mi cuenta de usuario dicen, que no sé si no será el hazmerreír de las demás cuentas por tan poco como pesca. Igual se ríen porque yo soy de los de pescar sin cebo. Anado, abre los ojos, que ya está todo el pescado vendido cuando tú arrojas tus monedas. Para qué ir tanto si tú moneda siempre sale cruz.
No quiero pecar de ingrato, no tengo un mal día y lo pago con estos pobres de la lotería que siempre madrugan para dar las buenas noticias. Reconozco que todavía me gusta que venga la mocita del confeti, que sople todo lo fuerte de sus pulmones por más que a la hora de pasar la aspiradora nunca esté. Que la recibo como a una vieja amiga y que me sigue engañando en el primer vistazo, por su modo de reír no sé si me trae un plomazo de millones o el euro que diga que sí, que ellos saben que juego y que cualquier día de estos me toca.
miércoles, 24 de noviembre de 2021
"Al final, sólo recuerdo que desde la calle y a través de las salas y de los estrados, mientras el abogado seguía hablando, oí sonar la corneta de un vendedor de helados. Fui asaltado por los recuerdos de una vida que ya no me pertenecía más, pero en la que había encontrado las más pobres y las más firmes de mis alegrías: los olores de verano, el barrio que amaba, un cierto cielo de la tarde, la risa y los vestidos de María. Me subió entonces a la garganta toda la inutilidad de lo que estaba haciendo en ese lugar, y no tuve sino una urgencia: que terminaran cuanto antes para volver a la celda a dormir."
El extranjero - Albert Camus
martes, 23 de noviembre de 2021
Mi móvil Oneplus ha pasado el testigo para morirse a continuación. No ha sido culpa de él, obviamente, no ha cometido el pecado, que le dicen pecado todavía no? Del suicidio.
La culpa fue mía que subía con el móvil antiguo, con el Kindle y con el nuevo hacia un la habitación, todo ello, no recuerdo bien por qué en la misma mano.
Lo vi caer, y ya en el suelo su trasera dorada me tranquilizó, no era al menos el móvil nuevo. Y como tantas veces me agaché creyendo que no iba a ser nada, que lo recuperaría en tal cual, quizá con un arañazo más. Pero esta vez fue la vez definitiva, la de la despedida, la de decir con la mano, sin la mano, hasta siempre.
Tenía un cuadrado negro casi perfecto ocupando la parte superior izquierda de la de pantalla, quizá de un 30% de su extensión total. Que puede parecer poco pero que me resultó muy molesto, no para hacer vida con él, que ya había sido destronado, sino para hacer una copia de seguridad que me dio por hacer tras la caída. Tuve que poner activo el giro de pantalla en para poder saber que me hacía, mirando unas veces en vertical y según lo que me dejaba por ver, horizontal a veces.
Esta mañana la avería había ido a más. Fue extendiéndose en la noche como el chapapote aquel de Rajoy que era un hilillo de plastilina. Ocupaba ya gran parte de la pantalla y me ha dado pena. Rabia no he sentido, aunque me hubiera ido mejor de haber puesto más cuidado. He sentido pena porque no era un móvil para arrojar al cajón, como todos los que tuve antes que ese, que pasaban a la reserva sine die nada más llegado su reemplazo.
Para este quería yo una segunda vida, jubilado de salir a la calle, pero entendiéndose tan bien como siempre con luces inteligentes y altavoces a los que llevaba música en toda hora. Era un segundo mando a distancia, con multitud de aplicaciones para uso doméstico.
Puede que le termine arreglando la pantalla. Son 80€ que no iba a gastar. Lo que confirma que la caida de ayer, sin ser nada tiene un valor de 80€. Pero entonces podría volver al servicio de nuevo. Tengo que pensarlo.
lunes, 22 de noviembre de 2021
Esta canción se la podemos adjudicar a Michael. Ya sé que no es de él, que está muerto y bien muerto, o esto se han empeñado en hacernos creer. Pero si escuchas la canción, incluso con mal oído como yo, lo escucharás a él. Está su espíritu, es su voz, aunque nos digan que no, que es otro fulano, alguien vivo. Puede que sea verdad, que las fechas no casan, que Michael Jackson había hecho el paseíllo del féretro 8 años antes de que estrenaran la canción, pero eso lo puedes creer o no. No todo lo que lees es cierto. Lo que no admite discusión es que ésta es su voz. Tan viva como tú y yo. Tan cierto como que era, es todavía, un genio al que no dejaré a solas con Pablo.
Amo El Perelló. A veces me pregunto como es que mis amigos de toda la vida, los de allí, no hicieron por unir su futuro a un sitio que nos hizo tan feliz de jóvenes, aunque a ellos no les digo nada. Unos hicieron por quedarse y otros simplemente desaparecieron.
El tomate es riquísimo, los campos, terreno ideal para pasear con Ona, la playa preciosa, tal cual desde hace treinta años, los arroces supremos al paladar más exigente, los limones amarillos.
Hoy he comprado un boleto de Euromillón que me ha llamado idiota. Yo sé porque lo dice. Nunca me toca y yo sigo erre que erre. Tengo que reconocer, en esta ocasión que sí, lo compré, pero lo hice falto de ilusión, como no esperando nada, solo porque 145 millones de primer premio para mañana son muchos, y me sabe mal no participar. Pero esta vez no siento en el fondo de mi corazón lo de la puerta que se abre, la posibilidad infinitesimal pero que late en el boleto con mis números. Ha sido un participar más bien como se le dice al niño que sí, pero solo para que se calle.
No siento en esta ocasión, quizá por vez primera, que esté ante una posibilidad real y tangible. Lo que no ha sido obstáculo para que haya jugado igualmente para sendos sorteos de Primitiva para esta semana, también adquirida la participación sin asomo de de alegría y más bien maquinalmente, ya que voy a uno voy al otro.
Todo esto no me distrae de la noticia de ayer, los limones trocaron el verde por el amarillo, si fue un limonero lo que me vendieron como tal, después de todo. Pablo, date cuenta que muchas veces las cosas no ocurren instantáneamente, hay que esperar, ser paciente y poner de tu parte para que las cosas ocurran. Como hace tu papá con las loterías justamente.
domingo, 21 de noviembre de 2021
jueves, 18 de noviembre de 2021
Cuando Pablo vuelva del trabajo, esto es del colegio, querrá coger este coche. Hoy se le mojó y lo puso a secar a sugerencia mía junto a la estufa, aunque él lo colocó por iniciativa propia sobre la estufa. Bien calentito estaba al recogerlo.
A mi ese coche me parece una cochambre, con toda la pintura levantada, todavía le pregunto a veces por el Mercedes gris metalizado que compartí aquí hace unos meses. Era mi favorito y no tengo ni idea de dónde andará. Puede que se lo llevaran los primos bajo manga o puede que haya caído bajo el sofá, que es algo así para nosotros como en triángulo de las Bermudas.
Parece mentira lo que le gustan los coches. Siempre lleva alguno en las manos, y últimamente este.
Respecto a las capacidades del nuevo móvil cuente lo que cuente me quedaré corto. Estoy encantado con él, ha salido listísimo, se entiende de maravilla con el Google Home, congeniaron nada más conocerse. Otro tema más inquietante es qué pasa con el móvil de Sestea, adquirido el mismo día y que seguimos esperando. Hay una posibilidad aunque pequeña que la hayan estafado, a través de mí.
Fácilmente os estaréis preguntando que empuja a alguien que se acaba de leer un tocho impresionante, que es un diario, más o menos como esto que escribo, pero salpicado de palabras cultas y enrevesadas, a pasar después, todavía no recuperado del disgusto, a leer una novelita del detective Poirot en el más famoso crimen por resolver. Pues qué va a ser, el tren.
Si yo pudiera, no sé si estoy a tiempo, también me cogería un tren que recorriera Europa de punta a punta durante unos días. Visitaría el coche restaurante para tomar café, antes de que dejen de recolectarlo o venderlo, puse una noticia al respecto el otro día, que por supuesto no leí, yo soy nada más de leer y provocar titulares. Me recogería en mi camarote o compartimento, austero aunque confortable, y vería pasar kilómetros de bosques, un sin fin de estaciones y las mismas toneladas de nieve que relata el libro, con mi bufanda al cuello cuando me diera por estirar las piernas en este o aquel andén perdido.
Reconozco que el ambiente de un tren, de los antiguos mejor, es lo que más me va ahora.
Es justo donde me gustaría estar en estos días desapacibles que anticipan el invierno. Tapando los pies con una manta.
miércoles, 17 de noviembre de 2021
He acabado Los vencejos llamando a su autor Fill de puta, pido perdón, ya se que es poco propio de mí, inapropiado para cualquiera, pero es que uno se pone a esto de leer para pasar un buen rato, no para ahogar sollozos, cuestionar la vida, la tuya también, y sentir que hay poco más gratificante en el camino que el amor o mansedumbre de tu mascota. Yo quiero que los muertos me duelan tanto como el que encontraré en mi siguiente libro, Asesinato en el Orient Express. Los que desaparecen en la segunda página, no mucho más allá. No puedo sentirme afortunado de tener conmigo a los míos si me duelen tanto los que no tienen más vida que en el papel. Desde luego tengo empatía para regalar, sensibilidad a flor de piel, lástima que no sirva para gran cosa. Si de algo estoy seguro es de no haber nacido para sufrir.
martes, 16 de noviembre de 2021
Ya sé que para los que toca es tonto jugar. Pero claro te ponen un cartel como este delante, el mismo día que has mirado la cuenta corriente, que tiene esa tiritona de frío del pobre, que te dices, lo que se mueren por conseguir que te digas, "y si esta vez pasa".
Así que saqué mi antiguo móvil, el Oneplus del que he hablado por aquí, para que me hiciera un último servicio, en lo que podría ser, precisamente, el archiconocido "suceso desencadenante". Comprar un boleto de lotería, no allí en aquella tienda, sino online, en la app, pues yo soy de los que si me va faltando en todas partes, más aún en el bolsillo.
Sabremos está semana si cambia la suerte. Si me hago después de esperar tanto asquerosamente millonario.
Yo por si acaso ya tengo móvil nuevo, de rico, anticipando visitas de la mocita del confeti, muchas si viene a razón de un euro cada vez. Esta vez no me intentaron timar, si bien la primera vez fue, es cierto, con mi consentimiento. Llevé a cabo una labor de investigación considerable, con lupa y rastreo por internet. La tienda se ha demostrado digna de toda confianza.Ahora pongo foto del nuevo fichaje, y corto el rollo.
viernes, 12 de noviembre de 2021
He buscado, esta vez con más tiempo, el décimo de la fecha de nacimiento de mi amor, Pablo Román Espeso Segovia, como dice él a la menor oportunidad. Estaba seguro de encontrarlo este año, pero nada de nada. Fijate tú con tanto como queda hasta el sorteo de Navidad. Yo creo que ha corrido la voz de que fui agraciado de nuevo por la lotería la semana pasada y los números que significan algo para mí se han convertido en tendencia en la Internet. Sospecho ahora de la mocita de las loterías, puede que no sea tan discreta como aparenta, puede que haya desvelado mis números a cambio de la enésima subida de sueldo. Por lo que se ve hay un mundo de gente queriendo copiar mi suerte.
Por lo demás me he lanzado a tumba abierta ya a comprar un nuevo móvil, que no es el que yo creía que me iba a acabar comprando, he tirado por uno algo más barato pero con prestaciones top, que es lo que quería, por encima de que se llame de una forma u otra.
Eso sí, sigo sin recibir el reembolso de la disputa de AliExpress y ya estoy enviándoles dinero nuevo. Por lo que se ve en lo único que son rápidos y eficientes estos chinos, además de haciendo móviles, es en desparramar virus por el mundo. Pagar les cuesta más.
lunes, 8 de noviembre de 2021
La vida es injusta. Luego explico esto.
He estado paseando con Ona por la playa. Nos hemos ido hasta Palmeres donde estuvimos a punto de comprar un apartamento para Mandarino y Limonero, aunque aquel tenía una derrama considerable pendiente y una batalla campal todavía soterrada a punto de estallar entre los vecinos, con lo que salimos huyendo y por tanto salvamos de un gran quebradero de cabeza, aunque ciertamente luego nos llegaron otros.
Me he llevado una pelota y Ona ha estado nadando felizmente. De camino he hecho una de mis buenas acciones del día, o de la semana. He vuelto a salvar una vida, que siempre es algo digno de mención. Esta vez ha sido un pez, que no un pescado. Todavía se movía en la orilla cuando lo he cogido para lanzarlo de nuevo dentro del mar. Luego me he dicho que por hacerlo tan rápido no he podido coger prueba gráfica de mi buena acción. Claro que me he quedado más tranquilo al pensar que esas cosas se tienen que hacer así en caliente, que si uno se entretiene en sacar el móvil y enfocar es muy posible que el pececillo de sus últimas bocanadas y muera ahogado. Justo como le pasó a este otro de la foto. Al que no llegue a socorrer a tiempo. No se movía cuando lo hallé. No hubo un salvador para él. La vida es injusta, y cruel a veces.
domingo, 7 de noviembre de 2021
Me encontraba sentado en un banco del parque, en mi tórrido romance con mi Kindle, y llegaba por el sendero caminando una vecina muy charraora que tiene una perrita como nosotros. Cómo habla tanto siempre tiene algo que decir y hoy me ha estado contando de su nieto, que haber si le da un bisnieto de una vez. A mi pregunta de que edad tiene su nieto me ha dicho que ya está casado y me ha relatado a grandes rasgos su vida. Lo curioso es que ella no es tan mayor.
Me ha dejado dicho que el nieto trabajó en Inglaterra y en un sitio que a mí no me sonaba de nada ni ella ubicaba tampoco, más allá de Sudamérica me ha dicho. El caso es que quería retener el sitio pero en el rato de volver a casa lo he olvidado. Según la oía yo pensaba si no se lo estaría inventando.
Luego me ha dicho que ya están aquí. Que gana menos ahora, a lo que yo he opuesto algo que solo podría decir el día de hoy: el dinero no lo es todo o no es lo más importante.
Y es que la lotería y el confeti matinal dan una euforia tal que cualquiera se pone a decir tonterías. Que el dinero no lo es todo.
viernes, 5 de noviembre de 2021
Algo que debía saber todo el mundo es que más vale no meterse conmigo. Vale más no enfadarme, como muy bien sabe ahora los de Tassimo y sus cafeteras nuevas pero estropeadas de Bosch. Yo soy como los buenos abogados, aún sin licenciatura rara vez pierdo.
Que se lo digan a los de AliExpress a los que también abrumé con mi jerga indescifrable, con pantallazos y gestos grandilocuentes. Se han rendido a la evidencia, tengo razón y tengo razón y tengo razón.
La tienda estafadora ha tenido un nulo éxito conmigo. Claro que dirán que les cogí ojeriza desde el principio. Que no confíe en ellos ni en su servicio postal fantasma. Es verdad, nada más comprar ya estaba arrepentido.
jueves, 4 de noviembre de 2021
Si hubiera querido comprar una cafetera para la semana que viene estaría a estas horas procediendo al pago, estando a jueves muy probablemente, sí, ya la recibiría la semana que viene.
Pero si la he comprado el 5 de octubre lo normal es que ya la tenga en mis manos, es decir, que tenga ya un café humeante quemándome las manos. A no ser que Bosch Home sea el fabricante, entonces hay, para mi al menos, un 100% de posibilidades de que me envíen una máquina defectuosa, nueva pero estropeada, para que no pueda hacer café ni nada, salvo llamar al servicio técnico para preguntar qué pasa con mi cafetera. Es una estrategia de marketing genial, pues se vuelve así el café Tassimo algo inalcanzable, deseado pero inalcanzable e inmerecido, pues una cafetera es fácil de conseguir, otra cosa es que funcione y eso es algo que solo merecen algunos compradores, los más afortunados, entre los que no me encuentro.
Yo merezco por lo que se ve una cafetera sí, ya que compré el pack que la contiene al comprar el café, pero otra cosa es que pueda hacer uso de ella, ese es otro cantar. En la tesitura de enviarme las cápsulas de café vacías o la máquina rota yo soy de los de la máquina rota.
Y las cápsulas ya miras si te van en la Nespresso. Hay que comprender, yo a estas alturas de mi vida ya lo comprendo todo, estoy en una suerte de clarividencia que consigue que nada se me escape, hay que comprender decía que algo hay que hacer con las máquinas nuevas pero estropeadas, tendrán que ser para alguien, O se las van a quedar en la fábrica acumulando polvo?
Han debido saber de mí suerte en las loterías y se dicen que me envían la rota para compensar mis mañanas de mail, mocita y confeti, que suerte ya tuve bastante en la vida. Pues no me importa, mi suerte no depende de poder o no tomar un café. Hay más cosas.
miércoles, 3 de noviembre de 2021
Yo no lo vi pero me lo han contado. Pablo salió corriendo el otro día de un campito de fútbol hacia la carretera al oír la voz de su madre que llegaba desde la acera de enfrente. El susto, me dicen, fue de órdago y Sestea quedó paralizada ante la inminencia de la llegada de un coche.
Durante los primeros años con Ona me asombraba que hubiera podido querer tengo a una perrita, nunca lo hubiera pensado, ni sabido, antes de tenerla. Fue un descubrimiento de amor y de gratitud por su tiempo conmigo.
Después llegó Pablo, y entonces descubrí lo que era, es el amor con mayúsculas o más sencillamente el amor de verdad. Alguna vez yo ya había oído que no se sabe lo que es amar hasta tener un hijo, y nunca le presté atención porque rara vez la presto a casi nada. Ahora, día a día, sé que es cierto. Me ha dado a descubrir en mi un ser con una infinita capacidad de amar. Aunque no sé si está bien que yo lo diga.
Por otro lado hay en este amor algo terrible y es que uno ya nunca podrá volver a ser quien era antes de conocerlo y sentirlo. Más aún, si a Pablo le hubiera pasado algo, le pasara cualquier cosa, no sé cuánto más estaríamos su madre y yo en el mundo.
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