He buscado, esta vez con más tiempo, el décimo de la fecha de nacimiento de mi amor, Pablo Román Espeso Segovia, como dice él a la menor oportunidad. Estaba seguro de encontrarlo este año, pero nada de nada. Fijate tú con tanto como queda hasta el sorteo de Navidad. Yo creo que ha corrido la voz de que fui agraciado de nuevo por la lotería la semana pasada y los números que significan algo para mí se han convertido en tendencia en la Internet. Sospecho ahora de la mocita de las loterías, puede que no sea tan discreta como aparenta, puede que haya desvelado mis números a cambio de la enésima subida de sueldo. Por lo que se ve hay un mundo de gente queriendo copiar mi suerte.
Por lo demás me he lanzado a tumba abierta ya a comprar un nuevo móvil, que no es el que yo creía que me iba a acabar comprando, he tirado por uno algo más barato pero con prestaciones top, que es lo que quería, por encima de que se llame de una forma u otra.
Eso sí, sigo sin recibir el reembolso de la disputa de AliExpress y ya estoy enviándoles dinero nuevo. Por lo que se ve en lo único que son rápidos y eficientes estos chinos, además de haciendo móviles, es en desparramar virus por el mundo. Pagar les cuesta más.
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