domingo, 21 de enero de 2007

Vestidos

Leo que una turba allá en México le hizo pagar un robo a un fulano con su propia muerte. Que es una medida drástica y exaltada. Tras propinarle una fenomenal paliza, participaron alrededor de 100 personas distintas, digo yo que propinando golpes por turnos, todo el mundo sabe que nadie puede arremolinar alrededor 100 personas ni midiendo estirado el cuerpo 4 largos metros, además es lógico suponer que el sujeto de tantos golpes había de tardar poco en tomar la postura de defensa que toman los bebés durmiendo de costado, el caso es que terminaron colgándole por si aún le habitaba un aliento de vida, para rematarlo.

Yo por aquí he descubierto como parecerme más y más a David Beckham. Y cuando digo que ya sé parecerme un poco a él, quiero decir que ya sé como hacer para irme pareciendo a uno de esos módelos de pasarela que van vistiendo a la última, y que aspiran en realidad a parecerse todos ellos a los propios maniquíes de escaparate, de proporciones perfectas, hombros, brazos, piernas y esa mirada de concentración inquebrantable.

Alguien dirá si seré tan intrépido como para compartir ese descubrimiento en este rinconcito mío. Si no tendré más vista y terminaré vendiéndolo a algún guaperas que aspire a ocupar el corazón de Jennifer Aniston o más de andar por casa de Mar Flores. Pues sí.

Si uno quiere parecer uno de esos, no tiene más que llevar encima cuánta más ropa mejor. Es así de sencillo. Por supuesto si esa ropa es de marca mucho mejor, la impresión se fija mucho más rápido. Vamos que si caminas por la calle con una americana blanca, con un jersey de pico debajo, por el que asoma una camisa con el cuello, al menos de diseño, y aún por debajo pero a la vista una camiseta interior de marca, entonces eres un clon de la elegancia de David Beckham aunque no tengas ni puñetera idea de como lanzar las faltas. No te ha de preocupar ese detalle, eso con entrenamiento se aprende, y después de todo tampoco parece que el chaval en la actualidad sepa bien donde está siquiera la portería, ni como pegarle. Luego mezclas todo eso con unos vaqueros gastados, pero no rotos, eso solamente queda reservado a Beckham y sólo a él en exclusiva, andarás hecho un dandi. Vamos que te mirarán más que si vistieras un sombrero de la reina de Inglaterra.


Evidentemente llegar a esta conclusión era muy fácil. Todos estos modelos llevan toda esa ropa porque de lo que se trata en el fondo es de dar impresión de opulencia, por eso si las cosas son de marca mucho mejor, y que se pueda descubrir a poco que se investigue, por eso si eres capaz de volcarte el armario encima, toda tu ropa al tiempo, entonces pensarán que eres rico y que serás, con poco que te sonría la suerte, hasta famoso.

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