En sus ojos apagados,
hay un eterno castigo.
El héroe de leyenda - Héroes del Silencio
Las eminencias del Consejo General del Poder Judicial tienen una sospecha, digo yo que parece bastante fundada. Algo no les huele bien en el caso del fulano que se hace llamar Santiago del Valle. Dicen que no les parece muy normal que este individuo estuviera en paradero desconocido, que es un sitio como con niebla, para notificarle que debía ingresar en prisión tras sentencia firme, pese a que se presentaba cada 15 días en un juzgado.
Era un desaparecido aparecido.
Yo creo que los funcionarios que lo recibían no eran muy conscientes de que fuera una persona. Debían pensar que era un holograma, una visión con poder de firma. Y claro, nadie en su sano juicio le diría a una imagen virtual que debe pasar a vivir a alguna de las celdas de nuestras cárceles. A no ser que se trate de un juego de PlayStation, y estos funcionarios si algo tenían claro, era que aquel juzgado, con sus ratoneras en los rincones, no era decorado de ningún juego.
Así que le dejaban entrar y salir dándole los buenos días y el hasta pronto.
El muchacho cumplía con sus citas judiciales puntualmente entretanto acosaba a las niñas. Nadie le daba el alto, nadie le recordaba que había abusado de su propia hija, ni le decía nada acerca de las otras niñas a las que espío, persiguió, amenazó hasta lograr abusar de ellas, de algún modo.
El hombre se movía a sus anchas. Estaba hecho un auténtico viajante. Su pasado era un folio en blanco. Con el cerebro de un cacahuete y sin ningún bagaje.
Visitó Asturias donde estuvo acosando a una niña de 13 años tras cartearse con ella haciéndose pasar por una adolescente que se llamaba Cristina. Luego, cuando se sintió profundamente enamorado se presentó en casa de la abuela de la niña para jurar su amor eterno además de proponer relaciones sexuales por si cuela. Dijo que era el hermano de Cristina, que tenía 21 años, y le adelantó una foto de sus 40 años porque el día de "fotomatón" se encontró jovialmente favorecido.
A esta cría la estuvo dando la paliza durante dos meses, hasta que el centro de estudios y la madre de la chica, pusieron unas denuncias en el juzgado. Que es algo así como guardar el papel del turno de la carnicería como recuerdo. Si ya entonces era un desastre, imagina ahora con todos aquellos papelajos parados encima de las mesas...
El caso es que el hombre, que se había desplazado con su señora a vivir a Avilés se vio con la necesidad de abandonar la casa que tenía en alquiler. Pero como no quería salir perdiendo con la operación decidió que no había nada mejor para recuperar que intentar venderla
El hijoputa es un fenómeno. Primero desconcierta a los jueces, que no lo pueden encerrar porque resulta que no hay forma humana de notificarle que tiene que presentarse en la cárcel. Luego no lo encuentran por ningún lado aunque cobre la pensión puntualmente en el banco. Los cuerpos y fuerzas del seguridad del Estado no creen que haya que ir buscándolo con la foto en el parabrisas. Probablemente opinan que en algún momento se presentará en el centro penitenciario por saber si su recurso prosperó o si tiene que hacer esa noche y las siguientes a la sombra.
Santiago del Valle es para nuestra justicia lo mismo que el niño que acude al peluquero y no para de moverse en el asiento, así, no se le puede cortar el pelo. Anda majo, vuelve otro día.
Espero que no todos los delincuentes sean tan incómodos. Que nos les guste desplazarse de un sitio a otro. A los que delinquen hay que convencerlos de esperar la llegada de las citaciones judiciales o de la policía. De un pueblo a otro haciendo fechorías provoca que los que lo buscan, si lo buscan, lleguen tarde.
Ahora el CGPJ se pregunta si no habrá que investigar el asunto. Les parece que hay algo que no cuadra. Su reo de cárcel ha matado a una niña de 5 años en un pueblo donde era de sobra conocido por pederasta. ¿Cómo podremos explicarlo? ¿Cómo contar que esa niña seguiría viva si Santiago hubiera sido detenido por sus múltiples delitos?
Lo sabían todos menos los del juzgado y la policía.
Yo creo que si hay algo raro. Las cosas no funcionan tan bien como parece. O quizá es que ni siquiera lo parece. Funcionan peor.
Y el piso de alquiler a la venta por 80.000 euros, una ganga. Con ese propósito ninguna renta es exagerada.
Yo tomo nota.
La próxima vez que hable con mi casera le digo que si no me cambia la nevera le vendo el piso.
Uno se dice que no puede ser. Pero puede.
Está pasando.
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