domingo, 23 de marzo de 2008

¿Sabes a que me refiero?

Si tu eres el final.

Desde que despierto - Juanes



Vamos a ver, ¿para qué queremos un interrogante al principio? ¿Por qué escribimos las preguntas poniendo ese símbolo al empezar?

Que no digo que tengamos que comer todos los días hamburguesa y perritos calientes, que no soy yo partidario de traernos costumbres anglosajonas más que para probar rara vez. Tamos bien con lo puesto.

Pero abramos los ojos. Que no secundemos la política exterior de Bush o de los británicos no ha de significar que nos cerremos en banda a cualquier cosa que provenga de esas latitudes. Por ejemplo, la manera de hacer las preguntas. Allí las hacen sin poner un interrogante delantero y se entienden divinamente. Y en inglés que tiene más mérito. Nadie suele responder con otra pregunta por no haber entendido que se le preguntaba algo. Eso lo hacemos aquí pa escurrir el bulto aunque sepamos perfectamente que no es la forma de contestar idónea. Alguien dirá que se entienden por la entonación y no por el interrogante delantero que no tienen, más a mi favor. Nosotros teníamos que hacer igual.

Claro que los políticos son aún más audaces. No se entienden entre ellos más que para subirse el sueldo. En eso suelen estar de acuerdo. Y en la discrepancia y en la refriega no exenta de reproches gruesos achacan al otro lo mismo de que se les acusa. Es como un partido de tenis entre dos frontones. Y las preguntas se suelen quedar reverberando en el aire como eco.

Sin embargo digo, los americanos se aclaran perfectamente Sin poner nada al principio, presentan la pregunta directamente. ¿Y cómo sabemos que es una pregunta?

Bien sencillo, porque tiene el símbolo de interrogante detrás. Con eso basta.

¿Se imaginan la cantidad de papel que ahorraríamos si dejáramos de escribir ese símbolo antes de cada pregunta? Así en un fragmento no es nada. ¿Pero y en una novela gorda de esas de 800 páginas? Igual nos vuela una página quitando de aquí y allá el signo delantero de interrogación. Y página a página más árboles en el Amazonas y menos efecto climático.

Por no hablar de que ganaríamos espacio en los teclados de los ordenadores, porque claro, el interrogante delantero comparte tecla con el signo de admiración delantero, ¿para qué los queremos?

Ese también nos sobra. No es necesario. Y así de fácilmente habríamos ganado el espacio de una tecla. Podemos poner ahí cualquier otra cosa. O dejar el hueco, no tengo porque decidirlo yo. Podemos poner el símbolo del EURO para poder acceder más fácil que en la actualidad. Un invento tan bueno como el EURO merece una tecla para él solo.

Además, ¿cuántos en realidad llegan a escribir el signo de interrogación delantero al tacto? Sin tenerlo que buscar en el teclado. Pues yo contestaré, muy pocos. Porque es una tecla muy mal puesta, y muy puñetera.

Habrá quién diga ¿y cómo sabremos entonces cuando empezó la pregunta?

Hombre, esto es de cajón. Basta con escribir la primera letra de la pregunta en mayúscula. Así sabríamos el momento justo en que se empezó a preguntar lo que sea. Yo empleo este método desde hace mucho para escribir mis SMS de móvil. Un ejemplo:

Dónde me dejé el teléfono móvil?


Y luego al final les pongo el símbolo de interrogante. Cristalino. O bien:

Vendrás al cine?


Pa que se vea bien que no doy nada por descontado.

Me pillaría los dedos.

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