lunes, 24 de marzo de 2008

La asesora

Si no creyera en lo que creo.

Si no creyera - Silvio Rodríguez



Hoy Noe nos ha invitado a comer. Ella es una chiquita menuda que vive siempre a punto del colapso. Con taquicardias por tener solamente dos manos y tan poco tiempo en el reloj de las prisas.
Hoy ha cumplido años y nos ha invitado para celebrarlo. ¡Feliz cumpleaños Noelia!

Nosotros somos apenas un puñado de personas que están siempre por alrededor. Somos entre tres y séis depende del momento y del día. No me olvido por supuesto de César, que con dos cubalibres parece Antonio Molina y se desgañita cantando contra los altavoces del pub de turno, como si pudiera silenciarlos a capella. Nosotros hacemos lo que podemos, y procuramos encontrar su voz entre el ruido. Después de todo prácticamente se levantó de la cama por acompañarnos. ¿O fue por acompañarla?

Somos un grupito sin aspiraciones, ¡si ni siquiera queremos ser más! Siempre listos para secundarla apenas se intuya que nos convoca.

Noelia empezó una asesoría junto con Ana, que marchó ya a Oviedo para probar de otra manera. La vida es el gráfico de las constantes vitales. Mientras hay vida se mueve. Aunque el movimiento sea, invariablemente de altos y bajos. Luego amagó con quedarse en Cangas y por fin, con la fortuna de cara, abrió en el centro de empresas de aquí mismo.

Claro que ha sabido acompañarse bien. Ahí tiene a Nalda, tan lejos de casa. Es como yo, tiene a la familia a distancias siderales. Aunque ella más, en la República Dominicana. A una llamada diaria ¡pero tan difíciles de ver!

Si yo pudiera recomendar una asesoría, encaminaría a todos hacia la de Noe y Nalda. Pero no puedo. Mi voz alcanza dos palmos a lo sumo.


Hoy Noelia ha cometido la indiscreción perdonable de publicitar este sitio entre los miembros del grupo. ¡Con lo que costó cultivar la buena impresión que he llegado a causar!

¡En cuanto pongo la corbata mi cociente intelectual pareciera de 180!

Ahora verán que no soy tan serio como quiere pintarme el traje. Más aún, que soy un caso perdido. Espero al menos que no se corra la voz. Que en los pueblos luego todo se sabe.

Pero hablaba de Noelia. Ejemplar único.

Yo empecé a sospechar que estaba enfrentada al mundo el día en que ayudando a la mudanza la vi escurrirse bajo la mesa para desconectar los cables del ordenador de sobremesa. Iba de aquí para allá deshaciendo el despacho sin una sombra de melancolía. ¡Empujaba la mesa enorme y era como si la rama quisiera mover el árbol!

Dice que el 2008 no puede ser tan malo. Que ya lo fue bastante el recién acabado. Difícilmente saldrá peor, cuenta de cara. Creo que tiene toda la razón.

En la contienda es ella contra el mundo.

Abre los ojos. Está ganando.

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