jueves, 6 de marzo de 2008

La niña

Algunas veces vivo, y otras veces.

Que se llama Soledad - Joaquín Sabina



Va y resulta que a la niña de Rajoy le ha salido otro padre. Se llama Obama y se presenta para candidato demócrata en los Estados Unidos.

Y la niña ya no va a ir con un hondo orgullo por el mundo mostrando su pasaporte de las Españas, esa nación tan vieja que son muchas, a todo aquel que quiera verlo. Va a ir con la cabeza muy alta y dispuesta a responder "americana" cuando le pregunten por su nacionalidad, o tal vez dispuesta a responder tal cosa aunque no le pregunten nada. Porque hay cosas de las que uno se ha de sentir orgulloso por nacimiento y por ende debe irlas pregonando a los cuatro vientos, así soplen a favor de Bush o de todo lo contrario. Siempre y cuando, obviamente no se visite algún país al que Estados Unidos haya declarado la guerra. Entonces es mejor dejar el hotel por la embajada y salir de allí por el aire, en helicóptero, como en las pelis de ficción. Después de todo los anfitriones no sabrían casi como atacar un pájaro de esos, que las piedras alcanzado su punto más alto vuelven sobre las cabezas del energúmeno que las lanza. Y Bush pese a tener los más altos poderes de su lado, con la ayuda de dios suele decir, siempre supo bien a quién le debía meter mano y a quien no.

No vaya a ser que a estas alturas aún nos vayan a partir la cara.


Pero lo más curioso del asunto es que la niña de Rajoy tiene ya algún tiempo porque antes que él ya la usaron para sus almibarados mensajes otros presidentes o aspirantes. Así que la niña debe estar ya por la pubertad al menos y es mano de santo. Vamos, que este discurso debe ser infalible para conseguir los propósitos electorales y se lo prestan unos a otros para acogotar el corazón melifluo de los votantes que se imaginan a esa niña desamparada hoy pero como una potencial modelo de Dior si va de la mano de Don Mariano, que la llevará hacia el mundo para que se lo coma entero como si fuera una manzana.

Claro que Rajoy le quiere una familia al uso, una vivienda digna, unos padres con trabajo y que sea madura y responsable en el uso de su poliglotismo.

Y Obama quiere un niña libre, naciera donde naciera. Mientras sea en Estados Unidos.

Yo añadiría mi querer al de ellos.

Que esté orgullosa de sus políticos.


Ya sé, Lo mío es pedir demasiado.

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