lunes, 16 de julio de 2007

Seve

La vida da muchas vueltas. Nadie está a salvo de un percance. Recuerdo que hace algunos años me asaltó nocturnamente un gran temor a la muerte. Lo cierto es que esos pensamientos los tengo algo confusos, será porque aquel temor me duró lo que me duró el sueño, lo que duró viva aquella noche. Al día siguiente apenas reparé en aquellos pensamientos, pero hoy puedo recordar que entonces el temor se basaba en la certidumbre de que la muerte me habría de encontrar solo, y no se me ocurría más solución para escapar que correr buscando las faldas de mi madre por si ella pudiera protegerme. Era aquella carrera un camino hacia ninguna parte porque ningún pasillo me acercaba a ella. Era correr en la oscuridad todo lo rápido que pudiera sin más intención que la de no ser alcanzado.

Luego he aprendido que la vida da muchas vueltas y que hay designios a los que no podremos escapar. Sin pensar que nuestro destino está ya escrito, si sé que casi todo tiene una importancia tan relativa que probablemente podremos enfrentarlo con una sonrisa. Con el rostro de quien está de vuelta porque la amargura siempre sirvió de poco.

Severiano Ballesteros se retira del golf profesional por muchas razones, le quedan lejos los días de esplendor. Aunque su retirada viene motivada también por la falta de su novia, aunque él no lo diga. Porque el accidente de tráfico que se la quitó le dejó sin ganas de nada.

Para eso no hay solución posible. No hay risa; pero hay vida.

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