Pasan de largo los terremotos.
Por el bulevar de los sueños rotos - Joaquín Sabina
Ayer descubrí una aplicación de la que había oído hablar, pero nunca la había descargado. Simplemente imaginé que era una versión mejorada del antiguo PHP-Nuke. Y en parte es así, solo que la mejora es infinita.
Por todo ello y porque la gente que conocí lo merece, estoy decidido a lanzar Annlea de nuevo a la red, en un portal nuevo y capaz de casi todo. Ya he admitido que me veo incapaz de nada creativo. Nada más sé ya contar mis chismes y mis fobias en este blog. Pero ahí radica la razón del origen de "Annlea", no es para mí, sino para quien quiera contar.
Poniendo en antecedentes sí contaré que tras dos años pidiendo explicaciones en varios idiomas a los italianos que mantienen la web en su servidor, he recibido noticias hace unas fechas. Claro, se acerca el período de renovación, está ahí, en octubre. Por fin sé por qué tenemos bloqueada la base de datos, porque nuestros datos sobrepasaron el umbral contratado. ¡Tan sencillo y nunca antes contestaron! Pues se paga la ampliación ¡faltaría más! La lógica dice que cuando a uno le ofrecen un servicio así de malo debe ir corriendo a buscar en otro sitio, pero lo cierto es que mientras no renueve y amplíe con ellos no tengo acceso a los datos de la web, y no quiero que se pierda ni una sola coma.
Me llevará algún tiempo construir el nuevo portal, pero no me falta entusiasmo. Ha sido siempre mi mayor valor.
Con decir que esta mañana me desperté a las 5:30 de la mañana ante el ordenador...
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