Así que se fue.
19 días y 500 noches - Joaquín Sabina
Apareció el gastrónomo que visitó "El bulli" en su gira por todas las cocinas con consideración 3 estrellas de Michelin.
Tenían noticia desde hace días porque sus cualidades de volverse invisible no se dan más que en España, en Suiza su careto ha quedado registrado sacando dinero fresco de los cajeros de los bancos.
El desaparecido tiene que comer, y nadie vive del aire.
Lo más curioso no es que apareciera donde apareció, en su país rodeado de los que pueden entenderle cuando pide la cuenta para pagar, lo más notorio es que la Interpol había advertido a los Mossos d´Esquadra acerca de que el personaje estaba vivito y coleando en su patria, pero el funcionario informado faltó al trabajo el día 6 y para cuando se han querido dar cuenta los que mandan ya tenían montado tremendo dispositivo de búsqueda con policias, perros y hasta helicópteros.
Es decir, el mensaje se ha entregado torpemente o a una persona bastante torpe. ¿Qué pensarán nuestros vecinos suizos cuando vean las imágenes de hoy con toda esa gente buscando por el monte al gastrónomo perdido? Se dirán que resultamos ridículos tomándonos tantas molestias ¿qué parte de "está en Suiza" no habéis entendido?
Tantas vueltas del mensajero y tanto fax del gran maestro para que al final se tratara de un "sinpa" corriente y moliente. Que salió a por una tarjeta para repetir visita y se esfumó sin abonar un céntimo.
Y eso que había comido de nuestra alta cocina por valor de 240 euros, por no hablar de los gastos de movilizar todos los medios para dar con su paradero. Pero mejor así.
Tá vivo, lejos, y le salió barato.
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