"Aseguró que no me acusaban de nada, pero necesitaba saber si lo conocía bastante bien para identificarlo, y dije que sí, pensando que podía aparecer en una rueda de presos, aunque ya había empezado a sentir que era algo más serio y grave, como en efecto era. Con el teniente bajé unas escaleras, y por el olor adiviné adónde íbamos, y ahí estaban todos esos cajones como en un enorme archivo, y sacó uno, y ahí estaba Miguel, por supuesto muy muerto."
Falconer - John Cheever
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