"Cuánta gratitud, que no ha cesado jamás en mi vida de fluir, brotó de aquel beso, de aquella primera mujer que me decía silenciosamente que sí, que yo era, y me afirmaba, porque un beso es siempre una afirmación de algo, y no sé si otras muchachas (o más fácilmente otras mujeres, las que se fijan en los adolescentes) me habían mirado antes, pero sólo ella, María Antonieta, me lo había dicho sin palabras, con esa palabra extraña, fuera de vocabulario, pero hija también de la boca, que es un beso, el beso."
Las ninfas - Francisco Umbral
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