Pues tenía razón Stephen King. El libro de los puentes de Madison es un libro mal escrito, lo que le da un mayor mérito relativo a la película, pues la historia de amor y renuncia, la sensación avasalladora de pérdida, que se da en el libro igual que en la película, está. Puedes imaginar perfectamente lo que Clint Eastwood puso en imágenes, aunque se permitiera mejorar la historia haciendo que ambos se vean, de lejos, en el pueblo una mañana lluviosa en que ella bajó a comprar con el marido. Es el final de su historia juntos por mucho que fueran a vivir ambos alrededor de 25 años más.
Clint Eastwood tiene una sensibilidad especial, no es extraño, por tanto que encadene obras maestras. Además tiene un don para las músicas, para escogerlas y componerlas. Sabe tocar el corazón, y eso en los tiempos en que las carteleras son de Marvel tiene todavía más valor.
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