jueves, 4 de febrero de 2021

Me ofrecieron el puesto a mi también. Y me daban una lluvia de millones que dicen que van con el cargo, que no puedo renunciar a ellos. Pero querían a cambio que deje de jugar al Euromillón, que dicen que para qué, si ya me dan los millones ellos, que no hay necesidad. Y que si no estoy dispuesto a jugar al menos que deje de publicitarlo, dicen que da mala imagen y me hace parecer desesperado por ser rico, que con ellos lo voy a ser igual.

Yo les he dicho, por supuesto, que se busquen a otro. Uno no ha hecho el camino recorrido para renunciar ahora a sus propios sueños. El Euromillón y yo somos dos entidades cósmicas condenadas a encontrarnos. Puede ser pronto o puede ser tan tarde que lo único que quede de mi sea una herencia de 5 números por jugar cada semana. Pero han de salir, saldrán un día lo creas o no, lo veas o no. Es pura probabilidad matemática.

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