Obvio que es una gran oportunidad y que yo habría dejado correr si fuera rico ya desde aquel día. Quién que acabe de haber 200 kilos vuelve a jugar una semana más tarde? Resultaría del todo reprochable, por egoísta, deja algo para los demás, y una muestra palmaria de falta de iniciativa. Un rico sobrevenido así, tan de golpe y tan desmesuradamente, estaría enfrascado en darse la gran vida, resultaría muy decepcionante que lejos de construirla anduviera todavía buscando los ladrillos.
La pregunta del millón es, habrá confeti mañana?
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