Sin embargo que recuerdo doloroso, que mancha imperturbable tachar de suicida al que simplemente reparaba una persiana y cae. Dejar para eternidad su entrada en un club del que quizá nunca quiso formar parte. Porque si uno quiere acceder lo hace por las bravas y sin contemplaciones, para ser un suicida indiscutido. Si el sofá junto a la ventana era promontorio para alcanzar mejor entonces es tremenda injusticia definir al muerto de suicida cuando era solamente un torpe. Capaz de escribir lo mejor y de lo peor, caer rodando por una ventana.
En los tiempos que corren el epitafio es la wikipedia, lo que dice va a misa, y es para siempre. Así que lo mejor claramente es morir en circunstancias claras.
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