Pues bien, está mañana LA NADA, revestida de este frío glacial, con estas lluvias para arruinar el tiempo aprovechable de estas fallas, ésta nada que es ausencia principalmente ya sé lo que es. Es que no te visite la del confeti de madrugada, que no te sople confeti en los sitios más inaccesibles, allá donde no cabe la escoba ni entran los pies de la aspiradora. Es ver desaparecer el dinero de las apuestas al tiempo de los 40 kilos, se van juntos, no sé a dónde, pero lejos de mí.
Lo cuento ahora, para que se sepa cuánto lo estoy persiguiendo. Cuánta es mi fe. Y porque ya no puedo gafarlo.
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