Por fin se ha desvelado el sueldo de Rajoy. Estuvo jugando a no decirlo, quizá por timidez o quizá porque en el fondo le parece mucho para lo que hace. No soy yo quien tiene que opinar. Después de todo la mayor parte se la paga puntualmente el Partido Popular, así que prefiero que sea algún militante de los de recibo mensual en cuenta, quien enjuicie si hay dinero para pagar tarea tan valiente, no olvidemos que da la cara por Zaplana y Acebes, y estar bajo ese paraguas tiene mérito indudable.
Se desveló la cantidad en una distendida reunión en Lleida que debe ser tierra de gente rica, de la que no se lleva las manos a la cabeza por un millón de los de antes. No debió coincidir entonces con una pensionista de 300 euros al mes, y le dio entonces menos apuro. Sobremesa con habanos y whisky añejo propicia jugosas confesiones.
Él mismo reconocía que se quedó cortado en su día. ¿Cómo reconocerlo públicamente ante aquella mujer? Dijo un "bastante más" que es algo etéreo, como una nube. Que no compromete a nadie ni a nadie ofende, aunque diera la impresión de quererlo callar porque convenía. Lo supo arreglar después bajando donde los mortales para decir que mira la cuenta a final de mes. Supongo que por ver como quedó tras todos los cargos. Lo que ocurre es que en ese instante en que se reconocía someramente preocupado por el saldo no debía imaginar que terminaría desvelando el montante de su sueldo, apenas unos días después, con lo que nos estaba filtrando una mentira, como un hilillo de plastilina que pudiera arruinar su propia credibilidad.
Y si fuera cierto que es de los que tiene que mirar la cuenta a finales, por ver como quedó, habrá que preguntarse en que oscuros manejos se mueve este hombre, pese a su apariencia de sacristán de ermita distante. En que puede gastar ese sueldazo, que es de los que sirven para que la media por español se dispare, que es cierto aún no lo dije, soy timido también, ronda los 8000 euros sin falta, cada mes.
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