Que esto ocurra está más que justificado cuando es una retahíla de nombres, y más soviéticos, pero lo cierto es que creo que es una estrategia de mi subconsciente para acabar ya, de una vez por todas, el maldito libro. El problema no soy yo, es lo que estoy queriendo decir, son ellos. Me dejé a medias los Detectives Salvajes y se me está haciendo largo este también.
Lo más destacado que encontré es este espanto:
"El otro cuenta las crónicas de sociedad que acaba de leer: en un pueblo como los que están atravesando, una buena mujer, para castigar a su hija, la ha encadenado a la intemperie, a menos treinta bajo cero, y la chica se ha congelado hasta tal punto que ha habido que amputarle los brazos y las piernas. En cuanto llevaron a casa lo que quedaba de la niña, un tronco, el compañero de la madre se apresuró a violarla y la hija dio a luz a un pequeño al que a su vez también encadenaron."
Limónov - Emmanuel Carrere
Y aún así lo ponen de obra maestra.
Lo voy a acabar porque no es tanto lo que queda y no quiero ser de esos que se dejan todo a medias, más allá de la carrera de Derecho, pero tendré que encontrar para después algo que me interese más, que me cautive y me encierre para leer, como ocurrió hace años con "La historia interminable" o "Los pilares de la tierra". Le estoy dedicando tiempo a la lectura, y, aunque siempre compensa, espero más. En la puja por mi tiempo libre podría volver a asomar la televisión o la consola, y sería una pena.
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