miércoles, 16 de diciembre de 2020

A este consumado viejo verde el Supremo le reduce la pena. Se ve que de tan laureado había hecho amigos. Que no, que dice el sumario que el Tribunal de Murcia se había excedido, Que una pena subsumía otra, y esa otra otra más, como el tragabolas, como muñecas rusas, como el haba en el Roscón, que está subsumido por la nata, y así hay ejemplos hasta el infinito. A los vejetes del Supremo hay que enseñarles que a veces es más importante el fondo que la forma. Que a veces hay que dar ejemplo para predicar, que en ocasiones se ve pero no sé toca.  Se deja que el río corra solo.

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