jueves, 10 de diciembre de 2020

Así como están las cosas cabe preguntarse en qué es, ha sido ejemplar Juan Carlos I, rey de España. No es difícil imaginar, a la luz de cómo son las cosas, que una cena de Nochebuena de hace unos años por ejemplo su majestad le dijera con un jijiji al yerno ideal Urdangarin, Qué tonto que te han pillado!

Y al otro le habrá costado no tirar de la manta, cuando era vilipendiado por la sociedad española, si como dicen en las películas él podía decir: Yo solo hice lo que me dijeron, lo que vi que se hacía. Pero es lógico que no dijera ni pío, siempre es mejor tener un amarre poderoso donde agarrarse, como se está viendo con sus permisos y tercer grado. Ahora pensará, yo ya pasé el trago, ahora te toca a ti.

Pues en verdad en esta familia no se trataba de ser ejemplar sino solamente parecerlo, y los esfuerzos no van por serlo sino porque no te pillen. Había una montaña de mierda bajo la alfombra, pero no vimos más que lo que asomaba desparramado, un elefante caído en medio de una crisis, un destello en nuestros ojos ciegos.

Urdangarin y Juan Carlos han ido exactamente de la misma cosa. De no conformarse con una vida contemplativa de ensueño. De siempre querer más. De tener más.

En qué ha sido ejemplar Juan Carlos de Borbón? Fue un buen marido? Fue un buen padre? Desde luego no parece que sus muchas cuentas millonarias en el extranjero, a salvo de pagar los impuestos que pagamos los ciudadanos de a pie nos hablen de alguien comprometido con el mantenimiento de su país. Por otro lado me asombra y no le encuentro explicación a que todos estos jeques y magnates consientan pagarle todos esos caprichos, y no encuentro razón aparte a que sea un cachondo con un whisky en las manos, y se partan de risa con él. Si hay algo más que esto quizá nunca lo sepamos. Como dicen en las películas ya sabemos demasiado y si no fueramos tantos habrían de matarnos.

Y como fue como jefe del Estado? Fue sobresaliente? Conociendo un poco por encima, como conozco yo de todo, no es difícil imaginarlo veleta en la transición, moneda al aire que sale cara. La suya por encima de todas las demás. Para lo sucesivo dejó su bochornosa Por qué no te callas? Que aquí se aplaudió porque por aquel entonces le habrían aplaudido hasta que se tire un pedo rodeado de el resto de jefes de Estado y presidentes de gobierno. Habría sido un gesto campechano para rebajar la tensión, la suya sobretodo.

Imagino que Zapatero que le hizo así con la mano como para contenerlo debió pensar para si, Por qué no te callas? Pero se cuidó mucho de decirlo. El rey era inviolable y ejemplar.

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