Ayer mismo, juro que no me lo invento, en el polideportivo al que vamos a veces al salir del cole un nene mayor, disimuladamente estuvo empujando a Pablo y a un amiguito suyo de clase, Marc. Tuve por fin que intervenir, ese nene claramente más mayor les sacaba más que una cabeza a ambos. Y estos nenes nuestros son además de naturaleza pacífica, Sergio, no hay que pegar le decía Pablo.
Yo le dije que lo malo de ir pegando por la vida, es que lleva aparejado al final que siempre encuentras a alguien más grande y fuerte contra ti, y surgen los problemas.
Salvo en este caso. Dudo que el abusón cobre su merecido. Parece mentira a estas alturas de la vida, aunque ya sabíamos que Putin era un loco...
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