Por eso hay que contar cosas. Para que se guarden y perduren. Hoy por ejemplo, 4 de febrero no tengo nada que contar. Son las 6:30 de la mañana. Algo podrás contar con todo el día por delante. Pues no sé, no olvides que es 4 de febrero.
Cuenta algunas verdades. Esas cosas que, a estas alturas de la vida sabes sin discusión. Lo de que sabías por ejemplo que el diputado del PP se iba a equivocar. Pues muy sencillo, solamente me bastó con verle la cara. Me dije, este es de los de ponerse enfermo, equivocar la tecla y luego ir corriendo a ver si está a tiempo de arreglarlo. Aunque aventuro algo más, tiene cara de ir, de haber ido, obligado. Que él se contentaba con protestar al teléfono.
Tengo ya mucho sabido es verdad. Son ya unos cuántos años. Las canas que peino son de verdad. No que me haya vuelto coqueto. Y sin embargo todavía arrastro preguntas sin respuesta. De esas que creo llevaré hasta la tumba porque nadie me dio una respuesta satisfactoria. Por poner un ejemplo, los bastoncillos de los oídos, Son recomendables? Se venden en todas partes, pero todavía no sé si es contraproducente andar con ellos en el oído.
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