Pues aunque parezca mentira mi vida siguió sin hacerme con un iPad, ni iPhone ni nada que se le parezca. El único dispositivo Apple que tuve fue un iPod y que todavía debe seguir perdido pero entero en algún cajón. Mi vida fue paralela a la de Jobs hasta que bajó del barco, con el pensamiento supongo que tanto dinero no le había servido de nada, para vivir bien quizá, pero no para seguir viviendo.
Yo ahora que me hice mayor, o voy camino de serlo algún día me doy cuenta que no quiero ni necesito un iPad. Por muy bonito que se vea y por mucho que quieran pedir por él.
Me basta con el sucesor del Oneplus al que cubrió la noche eterna cuando ya había un sucesor designado, me basta con mi Kindle que por dios no se me pierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario