A los guapos se les suelen perdonar las equivocaciones más fácilmente porque después de todo nos están regalando todo el tiempo su belleza. Les perdonamos lo que sería inconcebible en un feo, que nos agrede cada segundo con su fealdad, si no querríamos verlo no vamos además a tolerarle eso.
Es casi seguro que todo esto de negar la mayor respecto a las vacunas nos hubiera parecido una ocurrencia de lo más agradable si lo hubiera dicho el Miguel Bosé de hace unos años. Aquel esbelto joven.
Es más, lo más probable es que le hubiéramos dado la razón. Cuánta razón llevas Miguel! Los guapos tienden a tenerla. Si él no se fía por algo será. Su problema ahora es que es viejo, y a los viejos las razones les huyen, y sino se las quitamos. Es simplemente que el viejo chochea, aunque fuera guapo.
Cómo decía aquel peliculón, La sombra de tus ojos, tiene la enfermedad esa, cómo se llamaba? Vejez. La enfermedad de la vejez.
Ojalá que la tengamos todos. Vacunados llegar será más fácil.
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