domingo, 30 de enero de 2022

Tirando de épica y demostrando que mi persecución de hacerme rico a través de las loterías es una quimera Rafael Nadal ha ganado el Abierto de Australia. Una quimera digo porque yo lo vi perdedor, que hasta me parecía el cojo mantecas con raqueta en vez de muleta por mucho que el locutor dijera que estaba más fresco que el espigado ruso, y bien hubiera puesto mi dinero a rendir si no fuera porque era atentar contra los dictados del corazón y porque me conozco y como tengo bien acreditado yo soy de acertar poco, y es fácil que ocurra justo lo contrario a la oportunidad por la que yo me decante. Como me hubiera pasado con Djokovic hace unos meses hoy hubiera vuelto a perder los dineros, todo por pensar con la cabeza y no con el corazón, como el "Win Predictor" que en un punto del partido le daba a Rafa nada más un 4% de posibilidades. Osea prácticamente nada. De eso sirve la intuición tantas veces, para equivocarse nada más.

Felicidades Rafa Nadal . Desafías mi intuición, las razones y hasta la lógica con tu fe inquebrantable. Un ejemplo para todos.

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