miércoles, 19 de enero de 2022

Era un secreto a voces que podíamos estar en conversaciones. Yo nunca dije que me fuera a quedar con esa marca hasta el final. Esto es la ley del mercado, yo voy con quien apuesta por mí.

- Sí, ya, pero ahí puesto con la jeringa en el hombro podrías estar poniendote cualquier cosa, ni siquiera tenemos porque creer que se tratara de la vacuna frente al COVID, mira Djokovic, ni una se pone. Mira a Mengana en la noticia de ayer, que se contagia deliberadamente del virus para conseguir no se qué pasaporte sanitario...

- Cuál es la pregunta?

- Que por qué tenemos que creer que la patochada de ayer es tú tercera vacuna. Y por qué creer que era con Moderna.

- A ver, yo no soy un anti vacunas irredento, tengo un largo historial de vacunas. Dos Pfizer recorren mis venas en este momento, o las han recorrido al menos en el pasado. Respecto a si era de Moderna el mismo acto de la inoculación se da frente a un cartel en que se puede leer Moderna...

- Sí, pero quién demonios sabe lo que esa jeringa tiene dentro. Es algo inapreciable, podría estar vacía, de hecho.

- Esperemos que no. De todos modos no hace falta polemizar. Yo estaba a gusto con Pfizer, hubiera seguido con ellos, de corazón lo digo, pero se cruzó Moderna y en ese momento no tuve la oferta de nadie más. Así que cambié. Dese cuenta que a mí la nacionalidad del preparado que puede evitar un Covid grave me trae sin cuidado. Yo voy con quien me quiere. Arrimo el ascua a su sardina.

- No sé si eso procede, la verdad. Estamos hablando amistosamente.

- Bueno si no procede lo retiro.

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